3» Marcas profundas.

19 2 0
                                    


Lo primero que note fueron sus manos, tenian marcas pequeñas de quemaduras O tal vez rasguños. Sus ojos... eran caoticos y su labios estaban apretados.

Senti otra punzada en el pecho. Él chillo cuando aprete mi agarre en sus muñecas y previamente con sus piernas intento empujarme, y a pesar de ser bajito tenia cierto musculo, aunque eso no impidio que me aun lo sostuviera.

—¡VIOLADOR ASQUEROSO, VOY A MATARTE IDIOTA!— solte sus manos y sostuve con fuerza su cuello. Senti mis ojos aguarse.

—Y-yo... No... — Sus ojos se notaban perdidos. Miraba a todos lados y un par de veces cerro los ojos con fuerza.

—mirame a los ojos, cobarde... Tú... Ustedes... Mataron a Mikaela... y tú... ibas a hacerle daño a Step...

—n-no.— Sus ojos al fin me miraron directamente.

Su expresión asustadiza se relajo al verme. Estiro su mano y la paso por mi mejilla limpiando una lagrima que empezaba a bajar por mi piel.

Mi agarre se calmo ante su accion y luego senti como un par de brazos me sostenia llevandome hacia areas rapidamente.

—¡Nilson! ¿Que crees que haces?...— Era mi padre.

Me quede pasmado UN is sengundos y luego reaccione.

—¡E-el violador!...— grite apuntandole.

Mi papá miro a Leonidas y luego regreso su mirada hacia mi. Se rasco la nuca y luego suspiro.

—Nil... tenemos que hablar.— Mencionó y me hizo un ademán para que lo siguiera. Pose mis ojos furiosos en el rubio que estaba sentado aún aún el suelo. El me sonrió y yo gruñi.

•••

Entre a mi habitación con mi padre notando un colchón al lado de mi cama y poniéndome alerta ante esto.

¿Que carajo?

—Nil... Escucha... Se que todo lo que escuchaste de Solovick y su... Espectáculo del terror es horrible, pero este chico es inofensivo solo estaba confundido y tiene creencias... Malas.

—No quita el hecho de que haya matado a Mikaela. — Murmure dolido en mis palabras. Mikaela era una gran amiga... Especial para mí, no lo merecía.

—Él no la mato, Nilson...

—¡Pues contribuyo para que sucediera! — grite enojado y con dolor en mi voz. —¿acaso no lo ves?...

Mi padre se acerco abrazandome y beso mi cabeza mientras los recuerdos dulces comenzaban a amargar todo mi ser.

—Estaba influenciado por las creencias de su... eh... "Religion"...— mencionó haciendo comillas con sus dedos. —Pero es un buen chico... me recuerdo a mi hermano, de hecho. Y... E decidido... Convertirme en su tutor legal.

Abri mis ojos de par en par. —¿su... Tutor? — senti frio en mi espalda. —Papá... ¿Perdiste la cabeza?

—Solo quiero ayudarlo Nilson... A que se integre, que aprenda. Estuvo encerrado tras esa cerca durante dieciseis años, hijo... ¿No crees que merece la oportunidad de  sentirse tranquilo y libre?...

—Yo... — Trague saliva. Tarde en contestarle.

—Vivira con nosostros. Lo inscribire en la secundaria y tú me ayudaras a que se adapte. — Papá extendio su meñique hasta mi. —¿Cuento con tu apoyo?...

Bienvenido al infierno. #1Donde viven las historias. Descúbrelo ahora