Santa, traime una verga

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Sin malas intenciones o pensamientos morbosos en mi cabeza; lo dejé pasar a mi habitación. De verdad que necesito ayuda con el cierre del vestido.

Me quito los zapatos, las prendas y me pongo de pies y le doy la espalda para que desabroche mi vestido.

Una risa no muy audible se escucha de sus labios, siento sus fríos dedos tocar mi piel mientras baja el cierre.

—Quieres que continúe, o esperamos a que santa te traiga la verga? —pregunta y me sonrojo. Veo la nota que pone enfrente de mis ojos.

—Nadie te dijo que la leyeras.

—Nadie te dijo que la dejaras en donde todos la vieran, ¿o acaso lo hiciste intencionalmente?

—Eso no te importa.

—Cuida tu vocabulario, soy tu hermano mayor y te puedo castigar.

—Hermanastro.

—Mejor, puedo castigarte de otra manera.

—No tendría miedo a ningunos de tus castigos.

—¿Me estás retando...?

—Te estoy tentando -digo acercándome a él.

Me toma del cuello, y me besa con furia, me levanta en su cintura dejando mi vestido tirado en el piso, rodeo su cintura con mis delgados pies, me sigue besando y yo jadeo.

Sus besos van desendiendo hasta mi cuello, sigue hasta mis senos, y me aprieta del culo. Me pone en la cama y se saca la camisa, deja su hermoso cuerpo a mi vista, su amigo quiere romper la tela para enterrarse en mi.

Se acerca sigilosamente como un depredador, me saca las bragas y acaricia mi entrepiernas, jadeo al sentir sus dedos tocar mi húmedo sexo, se muerde los labios mientras sus ojos están concentrados en los míos. Muevo mis caderas y sus dedos entran más en mi, el jadea y yo sonrío.

Se quita el resto de la tela y se para frente a la cama y ya se que quiere, que le haga un oral, me siento en el borde de la cama y acaricio su miembro, remojo mis labios, él jadea y yo sonrío.

Se quita el resto de la tela y se para frente a la cama y ya se que quiere, que le haga un oral, me siento en el borde de la cama y acaricio su miembro, remojo mis labios de saliva y después de darle una última mirada escupo su miembro, le paso la lengua de arriba abajo y lo llevo a mi boca.

—¡Oh si! —dice casi en un susurro.

Acaricio sus bolas mientras mi boca esconde su miembro dentro. Meto y saco sin parar, me sostiene del pelo y mueve mi cabeza a su antojo, siento atragantarme y al parecer a él le gusta.

Me levanto y lo beso, me aprieta las nalgas y mete su lengua en mi garganta. Me empuja a la cama y abre mis piernas. Estoy super mojada. Muerde con suavidad mis labios vaginales y luego mete su lengua, lame y succiona todo.

Me está enloqueciendo y se que busca que le pida que me penetre y no lo haré (aunque ganas no me faltan)

Continuaráaaaaaa

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