Azul pastel || Karzer

Capítulo 2.

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La chica le sonrió con vergüenza al bicolor y susurró un "Lo siento" antes de salir corriendo detrás del peligris. Axozer se quedó estático intentando comprender lo que había pasado en los últimos minutos.

Diariamente convivía con un montón de personas, a las cuales tenía que sonreír y tratar con amabilidad, pero jamás pensó que una de esas personas iba a lograr que sus ojos se tornasen de azul y que le harían sentir una corriente eléctrica por todo el cuerpo. Y mucho menos pensó que esa persona tuviera pareja o eso pensaba él.

- Fargan... - el mencionado ni siquiera esperó a que terminase de hablar ya que le interrumpió de golpe.

- ¡Sus ojos brillaron! - Axozer asintió con la cabeza - ¡Encontraste a tu alma gemela! - gritó eufórico mientras el más bajo sentía su cara arder por la vergüenza del momento - ¿Cómo se siente?

- En cuanto me acerqué a ellos el ambiente se aligeró - sonrió - Cuando nuestros ojos se encontraron sentí un hormigueo por todo el cuerpo, el tiempo se detuvo y no podía dejar de mirarle a los ojos - Fargan observó al chico mientras sus ojos ámbar brillaban - Me han gustado varias personas a lo largo de mi vida, pero esto es algo nuevo, jamás había sentido algo así.

- Ojalá yo encontrase a mi alma gemela - suspiró y Axozer le sonrió con cariño - ¿Vas a buscarle? - el más bajo negó con la cabeza.

- Salió corriendo - Fargan analizó la situación mientras rascaba su mejilla y buscaba una solución en su mente.

- Hombre, imagínate encontrar a tu alma gemela sin previo aviso en una heladería - Axozer rodó los ojos.

- ¡Encontré a mi alma gemela, sin previo aviso en una heladería!

- Puede que esté en el parque, hay uno no muy lejos de aquí - le miró - Tómate el día libre, yo te cubro.

- A lo mejor no está - le miró - Además, venía con su novia - Fargan posó la mano en su hombro.

- No sabes si es su novia y aunque sea así tú eres su alma gemela - suspiró - Deja de ser tan negativo y déjate llevar ante lo que te está ofreciendo el destino.

Axozer analizó las palabras dichas por el contario y sonrió en grande. Se desató con torpeza el delantal y lo dejó en las manos de su amigo para después salir corriendo en dirección al peligris.

Fargan observó todo con una sonrisa y caminó hacia el mostrador, su turno había acabado pero le haría el favor a su amigo.

No todos los días encuentras a tu alma gemela.

- ¿Me da un helado de fresa, por favor? - le sonrió un niño de cabellos negros y ojos verdes mientras le tendía un billete.

Fargan le sonrió de vuelta y atendió la comanda de aquel niño sin percatarse del chico que había venido con el niño.

- Gracias - agredeció el pequeño mientras con una mano sostenía el helado y con otra las vueltas de su pedido.

El de ojos ámbar miró como el niño se iba hasta otro chico y ambos se iban de la heladería mientras el más alto le daba una última vista al establecimiento.

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Att: Misha.