Capítulo 8.

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Las hojas caían de los árboles haciendo un ligero y casi imperceptible sonido que Axozer lograba escuchar con tranquilidad y que le relajaba en cierto modo. Sus manos sudaban y no paraba de morder el interior de su mejilla.

Dejando eso de lado, estaba emocionado ya que sería su primera cita con Karchez. Se habían estado conociendo durante 3 semanas y se dieron cuenta de que se llevaban mejor de lo que se había imaginado.

Seguro que llevarse mal con tu alma gemela sería horrible.

¿Acaso eso es posible?

No lo sabían y tampoco querían averiguarlo, estaban contentos de que ese no fuera su caso.

El teléfono vibró de su bolsillo y lo sacó de manera automática, su corazón se aceleró al ver que era un mensaje de Karchez diciéndole que estaba llegando y que ya lo veía. Sus manos empezaron a sudar de nuevo y miró hacia los lados considerando huir antes de que el contrario llegase.

- ¡Achocher! - le saludó el de ojos esmeralda y se sentó a su lado envolviendo el cuerpo del más bajo entre sus brazos.

El mencionado sintió sus mejillas arder e instintivamente escondió la cabeza en el cuello de Karchez sintiendo como su cuerpo se relajaba al instante al oler aquel dulce perfume, al cabo de unos segundos se separaron.

- Karchez, ¿Todo bien? - el peligris asintió con la cabeza y notó como Axozer le observaba de arriba a abajo con los labios semiabiertos y la respiración calmada.

Se mordió el labio y sintió sus mejillas arder.

Axozer se había hecho a la idea, había planeado mil maneras de como podía resultar esa cita: él besando al peligris por primera vez, pero ahí teniéndolo en frente luciendo tan perfecto, le ponía nervioso y complicaba su plan.

No estaba seguro de poder hacerlo.

No era una cita que destacase por su elegancia o por su localización, pues habían acordado encontrarse en un parque, pero aún así estaban entusiasmados por ella.

Se miraban a los ojos creando aquel azul pastel que ambos adoraban, haciendo que sus sonrisas se ensancharan. Parecía que todo a su alrededor había desaparecido, ahora eran ellos dos, sonriendo y viéndose a los ojos mientras ese magnetismo que habían sentido la primera vez los unía poco a poco hasta estar a centímetros de distancia.

- Quiero un algodón de azúcar - Karchez se separó al escuchar eso y enarcó una ceja viendo como Axozer se ponía rojo.

- ¿Quieres que te compre uno? - el bicolor asintió y cuando el peligris se levantó y se alejó, este soltó todo el aire que sin darse cuenta había retenido en sus pulmones.

- Soy tontísimo, tío - murmuró por lo bajo.

Le había dado miedo la cercanía con el contario, quería besar a Karchez pero quería que fuera más especial, por eso aquella inútil excusa.

Poco pasó hasta que Karchez apareció cargando dos algodones rosas, le dio uno al menor y este agradeció con una sonrisa.

- Me llamaron del trabajo, quieren que le haga una sesión de fotos a un cura muy importante - mencionó Karchez y le dio una leve mordida a su algodón de azúcar.

Axozer odiaba el algodón de azúcar, le daba escalofríos la sensación de cuando se deshacía en su boca sin siquiera poder masticarlo, solía hartarse de comerlo rápido. Pero Karchez le compró uno y no le quedó otra que comérselo.

- ¿Enserio? -  sonrió - Me alegro por ti, princesita.

Axozer se sonrojó por el apodo que salió de su boca y se ocultó tras su algodón de azúcar para que Karchez no viera su sonrojo. El peligris sonrió al ver lo tierno que era el chico a su lado.

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Los árboles se movían ligeramente por el viento, ambos chicos caminaban tomados de la mano solamente disfrutando de la leve corriente de aire que rozaba sus rostros.

- ¡Axo! - gritó el peligris y el mencionado paró de andar levemente asustado por aquel grito - ¡Tienes un bicho en el pelo! - Axozer le soltó la mano y retrocedió.

- ¡Quítamelo! - chilló dando saltitos y moviendo las manos con desesperación.

- Tranquilo, acho - el peligris se acercó y sus ojos se conectaron haciendo que el bicolor se tranquilizara.

Se sintió seguro y olvidó el "bicho" que tenía en el pelo. Estaban frente a frente, Karchez fue el que se atrevió a dar el primer paso, cerró el espacio que los separaba y le agarró el top a la altura del pecho al menor uniendo sus labios en un beso.

La respiración de Axozer se cortó unos segundos, su corazón latía demasiado rápido pero eso no evitó que se dejara llevar. Sus labios se movían en una sincronía perfecta, era un beso suave donde se mostraba el nerviosismo de ambos.

Se separaron del beso con las mejillas rosas y sus ojos brillando de un azul mucho más intenso que el antes conocido.

- El bicho...

- Creo que voló - respondió con una sonrisa - Axo...

- Kar...

- Quiero ser tu novio - Axozer enarcó una ceja.

- ¿Me estás preguntando o exigiendo? - el de ojos verdes frunció el ceño.

- Te lo estoy exigiendo - ambos rieron suavemente.

- Kar, ¿Quieres ser mi novio? - el peligris besó otra vez al menor y lo abrazó por la cintura.

- Claro que quiero - respondió besando fugazmente al bicolor.

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Att: Misha.

Azul pastel || KarzerDonde viven las historias. Descúbrelo ahora