Desde mis ojos (2da parte)

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POV Taehyung.

Ahora tenía que resolver cómo es que agregaría a mi lista de rondines a la tierra el cuidado de un nuevo ser humano, los guardianes estábamos saturados todo el tiempo ya que debíamos bajar a la tierra cada semana para mantener el orden. El Olimpo nos exigía de una u de otra manera que estuviéramos cerca de nuestros protegidos, así se les llamaba a quienes tenían a un guardián asignado. La asignación de tu guardián no era como las películas lo decían, que una vez que naces tu ángel de la guarda te acompaña durante toda tu vida, todo lo contrario, llegábamos en el momento en que más lo necesitaras, el momento en donde comenzabas a perderle el gusto y el sentido a la vida ó había algún factor externo fuera de la línea del tiempo del que tuviéramos que protegerte pero una vez que cumpliéramos con nuestra misión teníamos que irnos. Era un momento específico, todo estaba destinado a ser.

Jimin no me preocupa en lo absoluto, sabía como evitarlo, pero en cuanto a ella... a ella la tenía que proteger, mi hermano no descansaría hasta encontrarla y ahora que sabía que yo era su guardián asignado estaría al tanto que donde yo estuviera podría estar ella.

Tenía que encontrar la manera de estar cerca de aquella humana cuando bajara del Olimpo, así que me esmere en conseguir un lugar cerca de ella, para mi gran suerte el departamento que estaba a lado suyo se encontraba en renta y así podría vigilarla de cerca en caso de que mi hermano frecuentará de nuevo la cafetería y observará que entraba al edificio de enfrente. Tendría de vecino a su guardián ¿Qué podría salir mal?

....

Hace más de 3 días que discutí con mi hermano en aquella cafetería, sentía que algo andaba mal.. Park no era de los que se quedaban quietos y olvidaban sus venganzas pero me dispuse a dejarlo pasar y continuar con mi trabajo.

— Apenas miércoles y todavía me queda por observar a 6 protegidos hoy, ¡El Olimpo debería de asignar mejor el número de personas que nos dan! –grité cansado mirando al cielo. Vaya cliché.

Quizá mi mente funcione un poco mejor con cafeína así que me dispuse a manejar en mi moto a donde hace unos días había detenido el tiempo, supongo que si esa humana iba a ese lugar es porque algo bueno debía tener...

Baje a aquella cafetería con mi casco puesto, debía de mantener un bajo perfil y tratar de que no me reconocieran las personas que trabajaban para mi hermano. Ordené mi café y no me equivoqué, como lo esperaba preparaban un café exquisito y ese enorme ventanal acompañaba muy bien la vista para disfrutarlo.

— Señor creo que lo tenemos, esta aquí donde nos dijo y lleva días rondando por el barrio —logré escuchar a un hombre hablar por lo bajo detrás de mi mientras terminaba mi café.

Solo podía pensar que en cuestión de segundos Park llegaría al lugar y me dispuse a salir corriendo y atravesar aquella avenida a toda velocidad, tenía que proteger a aquella humana es lo único que estaba en mis pensamientos.

Presione rápido los botones del ascensor pero era más rápido correr por las escaleras de emergencia, claro que podía volar hasta su departamento pero una regla del Olimpo era no permitir que los humanos vieran nuestros poderes, tenía que ser cuidadoso.

Miles de escenarios corrían en mi cabeza de solo pensar que Jimin se llegará a enterar que ella vive aquí. Llegué hasta la puerta de su departamento y sin pensarlo ni un segundo toque insistentemente el timbre — ¿Por qué no abre? Hoy es miércoles, trabaja desde casa. - pensaba. Claro que tenía que conocer sus horarios, su trabajo y los lugares que frecuentaba era parte de ser guardián de un protegido.

Una vez que abrió me dispuse a entrar de prisa y cerrar la puerta detrás de mi, ella se quedo ahí pasmada procesando lo que estaba pasando y comenzó a gritarme... a decir verdad no esperaba algo menos que eso, un desconocido había entrado a su departamento.

Solo tenía que estar quieta y dejar de gritar, ella no entendía lo que estaba pasando pero si supiera que la estaba protegiendo de un ser celestial probablemente hubiera dejado de amenazarme con hablarle a la policía cada 2 segundos, aunque a decir verdad la manera en la que me escaneaba era interesante, como si quisiera conocer un poco más de mí o reconocer muy en el fondo que no le haría daño.

— Si, sudo mucho... mal día para vestir de gris. – dije mientras sonreía y observaba la mirilla en la puerta para ver si Jimin aparecía en el pasillo. Me parecía divertido que aún asustada se tomara el tiempo de observarme.

Ella comenzaba de nuevo a gritar y yo solo necesitaba que se mantuviera callada pero hablaba mucho, me recordó al día que la conocí en la cafetería mientras peleaba con mi hermano tratando de huir de él, ese día observaba todo desde una esquina y me parecía fascinante que tuviera argumentos siempre para defenderse, pero este no era el momento.

— ¿Siempre hablas tanto? – solté un poco cansado de la situación.

Le dije mi nombre para poder generar un poco más de confianza en ella pero era inútil y seguía gritando y exclamando por lo alto que alguien había entrado a su departamento así que no tuve más remedio que tapar su boca con mi mano.

Admito que no es el mejor método que pude utilizar pero al menos funcionaba, sus ojos cafés se posaron sobre los míos mientras le hacía entender con mi mano que allá afuera en el pasillo se encontraban unas personas. Ella se paralizo y no movía ni un centímetro de su cuerpo, como si pudiéramos quedarnos ahí en silencio juntos toda la vida.

Logré escuchar algunas voces en el pasillo.

— Vámonos Park, quizá nunca estuvo aquí, nada lograremos con tocar de puerta en puerta.

— Sé que esta aquí, nuestra gente lo confirmo... lo vieron entrar pero no salir – gritó mi hermano frustrado.

Después de unos momentos comencé a quitar mi mano lentamente de su boca y ella solo mantenía su mirada fijamente en mí, hace apenas unos segundos no dejaba de hablar y ahora no lograba articular ninguna palabra.
Por un momento quise abrazarla y decirle que no pasaba nada pero no podía hacerlo, simplemente escuché hacerse cada vez más lejanas aquellas voces y me dispuse a observar el pasillo para poder salir de aquel lugar sin que Park lo notará, y así terminé cerrando la puerta de su departamento sin más.

Me recargue en la pared de aquel pasillo mientras pensaba lo confundida que debería de estar en ese momento porque un desconocido entro a su departamento, pero no podía explicarle toda la situación en primer lugar el Olimpo lo impedía y en segundo jamás podría creerlo. Ahora tenía que encargarme de estar cerca de ella y encajar en su rutina de cualquier manera posible. Al final la única forma de protegerla era observándola desde mis ojos.

Agradecimientos;
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Este capítulo está especialmente dedicado a Ale Lozano, amiga gracias por creer en mi e impulsarme todos los días en todo lo que hago. Gracias por tu amistad. 💗
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Gracias a toda la gente que se está disfrutando SIDES, gracias por permitirme entrar en sus vidas y compartir su tiempo para leer mis letras. Espero sigan disfrutándola tanto como yo escribiéndola. ¡Ahora si comienza lo bueno! Let's go!!!

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