Al fin llegamos, eran las tres de la tarde, todavía no habíamos comido. Paramos en el primer bar-restaurante que encontramos. Entramos y nos sentamos en una mesa de dos. Llegó el camarero y mi madre pidió una ensalada y yo, una hamburguesa, a la mierda la dieta, tenía hambre. Terminamos de comer, pagamos y volvimos al coche. Estuvimos media hora conduciendo hasta que encontramos nuestra nueva casa, era un chalet, tenía un gran patio delantero con un gran árbol, la casa tenía dos pisos y se apreciaba a simple vista que era grande. Salí del coche y fui corriendo hacia la casa. Subí las escaleras y me pedí la habitación mas grande, como si fuera una niña pequeña peleando con su hermana por tenerla.
Esa tarde estuvimos sacando todos los trastos de las cajas y los estuvimos colocando. Por la noche, la mayoría de la casa ya estaba montada, por así decirlo. Los del camión de la mudanza habían llegado sorprendentemente rápido por lo que nos había dado tiempo a colocar todo, aunque faltaban cosas. Mi madre, me preparó una sopa caliente, idéntica a la que hacía mi abuela, me encantaba. Al terminar, estuvimos viendo la tele y sobre las doce y media, me fui a dormir. Había sido un día muy largo, estaba muy cansada.
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Nuevo comienzo
Teen FictionUna chica llamada Gyl se muda a la otra punta del país. Todo cambia en ella, todo es nuevo. Cree que su vida se ha derrumbado, pero no se da cuenta de que lo mejor todavía está por venir. Cosas sorprendentes la esperan en la nueva ciudad, nuevas ami...