142. Algo muy importante

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Shi An parpadeó, miró el anillo en la base de su dedo, luego giró la cabeza, miró el tesoro en todo el almacén detrás de él y lo confirmó en retrospectiva:

"¿Estos son todos míos también?"

"Sí."

"¿Incluyendo a la familia de Mu?" Shi An inclinó la cabeza de manera incomprensible.

El peliplateado se inclinó, con una postura gentil y piadosa, con cálidos labios impresos en la unión del anillo y la piel.

Shi An se estremeció levemente cuando fue escaldado.

La otra parte levantó los ojos, su mirada profunda y ardiente se posó en el niño, y sonrió:

"Incluyendo a la familia de Mu".

Shi An bajó la cabeza y el anillo de ouroboros de color blanco plateado brilló en su dedo.

Frunció los labios, estiró la mano y marcó el timbre. No sabía si era porque el anillo era demasiado deslumbrante, su rostro parecía un poco caliente.

Shi An pensó por un momento, levantó los ojos para mirar a Mu Heng y dijo con seriedad:

"En realidad, no importa si la familia Mu es mía o no".

La cola de color blanco plateado se balanceó, se envolvió en silencio alrededor de la cintura de Mu Heng y se apretó lentamente en una postura posesiva:

Shi An dijo naturalmente: "Es suficiente si eres mío".

Las pestañas de Mu Heng temblaron y su respiración fue corta por un momento.

Shi An arrastró al oponente con su cola, luego se inclinó y lamió el labio inferior del hombre con la punta de su suave lengua.

Inmediatamente después, pareció pensar en algo y agregó:

"--Pero aún aceptaré el tesoro en tu almacén".

Mu Heng sonrió.

Él asintió: "Está bien".

El hombre levantó la cabeza, sostuvo la rodilla del niño con una mano y envolvió el cuello del otro con la otra, profundizando el beso de buen gusto.

El beso fue húmedo y cálido, hasta que la montaña de Tesoros que sostenía su peso detrás de ellos fue aplastada.

En medio del tintineo de una pieza de metal, los dos se vieron obligados a separarse.

Los ojos azul celeste de Mu Heng estaban elaborando un color oscuro profundo, como si rodaran deseos interminables. Atrapó al niño entre los centímetros cuadrados de su brazo, se lamió las comisuras de los labios, que aún tenían color de agua, y dijo tontamente:

"¿Deberíamos continuar?"

Los ojos de Shi An estaban llenos de agua y su respiración era un poco rápida. La punta de su cola envuelta alrededor de la cintura humana temblaba inconscientemente.

Estaba envuelto por el calor abrasador del oponente, y quería asentir aturdido.

Pero en este momento, Shi An pareció haber pensado en algo de repente, y sus ojos se abrieron ligeramente:

"¡Oh! ¡Espera! ¡Casi lo olvido!"

Estiró su bolsa de expansión mágica y abrió la boca de la bolsa.

Los tres monstruos salieron corriendo a toda prisa.

"¡Ouuuuuu, voy a ser asfixiado hasta la muerte!"

"¿Qué tal tu señor, qué tal tu señor?"

"¿Así que tuvimos éxito?"

En el segundo siguiente, inmediatamente vieron la ubicación actual del adulto.

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