AADWU

112. Definitivamente no para criar un dragón

Las palmas de las manos de los humanos están secas y cálidas, y las acarician por la columna vertebral con la fuerza y ​​el ritmo adecuados.

Shi An se sintió muy cómodo cuando lo abofetearon y todo el dragón se derrumbó sobre la rodilla de Mu Heng.

Pataleó alegremente, se dio la vuelta, mostrando su barriga indefenso:

"Sí, sí, dormí durante mucho tiempo antes, y sucedió que marcó el comienzo del último período de muda. El período de celo se produjo después de que absorbí el lodo del dragón, pero no te preocupes, lo suprimí con la medicina".

Shi An entrecerró los ojos y dijo perezosamente.

Mu Heng hizo una pausa: "¿Acabas de mudar tu piel?"

Xiaolong gimió en respuesta.

"¿Cuantas veces?" Mu Heng preguntó con la mirada baja.

"Por cuarta vez, era súper poderoso y guapo antes de la muda". Shi'an movió la cola con orgullo, hizo una pausa y luego agregó en un tono más orgulloso: "Por supuesto que ahora se ve bien".

Mu Heng dijo "Sí" con una voz profunda: "De hecho".

"Sin embargo, ¿no son la mayoría de los dragones solo tres veces?"

Frunció el ceño y preguntó.

"Parece que el dragón abisal tiene una vez más que otros dragones, pero como soy el único, no hay nadie de mi clan a quien referirse". Shi'an levantó la barbilla de forma natural y usó su cola para dibujar el dorso de la mano de Mu Heng. .

"¿No tienes la misma raza?"

Mu Heng recibió la indirecta y rascó su delgado cuello con la punta de los dedos: "Incluso antes de que te quedaras dormido, ¿no?"

"No eh".

Shi An pensó por un momento y dijo: "Al menos no lo he visto desde que abrí los ojos".

"Cuando rompí el caparazón, pensé que los dragones negros cercanos eran mis parientes, pero fui expulsado después de atropellar. Me tomó mucho tiempo darme cuenta de que era el último". Shi Ann gruñó dos veces, entrecerró los ojos felizmente y respondió enérgicamente.

Pero Mu Heng no pudo evitar detenerse cuando acarició al dragón.

Inexplicablemente, su corazón se hundió.

Me vino a la mente un pequeño dragón negro que acababa de romper su caparazón.

Las escamas aún son suaves y no han aprendido a volar, solo baten sus alas torpemente.

Pensando ingenua y ciegamente que el dragón negro no muy lejos era su familia, tropezó en esa dirección con dificultad, pero lo que obtuvo fue indiferencia y hostilidad sin límites.

Nunca he visto a nadie de mi propia familia desde que nací.

Qué solitario debería estar en este vasto y desconocido continente.

Mu Heng frunció los labios, presionó su palma contra el vientre de Xiaolong, acariciándolo uno tras otro:

"¿y después?"

"¿Ese es un nido de dragones negros?" Shi An parpadeó las pupilas doradas del dragón rojo y dijo en un tono inocente e inofensivo: "Más tarde, cuando crecí, volé de regreso y quemé sus hogares y los tomé a todos. Tesoro".

Mu Heng: "..."

La segunda vez que llegaron Wen Yao y Zhuo Fu, Shi An esperó su bolso como deseaba.

El pequeño dragón blanco plateado se agachó junto a Zhuo Fu, un par de brillantes pupilas verticales de color rojo dorado miraban expectantes al ser humano frente a él.