101. Cazador y presa

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Crear una grieta en el abismo no es muy fácil.

Especialmente cuando los humanos quieren crear un canal de "acceso a una ubicación fija", llevará un tiempo excepcionalmente largo.

En este caso, son tres días.

Pasaron tres días completos antes de que todo estuviera finalmente configurado.

Junto con la luz escarlata que brillaba desde el círculo mágico dibujado por la sangre, la magia infinita del abismo se extrajo del mineral oscuro y se reunió en el aire como una tormenta caótica.

El color del cielo se volvió opaco y sombrío, tan frío como antes de la tormenta.

El suelo está vibrando.

Era como si algo estuviera rugiendo y luchando en las profundidades del suelo, tratando de liberarse.

"Grieta-"

Un crujido poco claro sonó debajo de sus pies.

Había una mirada de horror en los rostros de los mercenarios, e inconscientemente retrocedieron, sus rostros estaban pálidos.

Solo el hombre de la túnica negra se quedó quieto en el lugar, inclinó ligeramente la cabeza y una sonrisa impredecible apareció en su rostro envuelto en sombras.


Frente a ellos, las grietas en el abismo naciente se desarrollaron lentamente.

Era un pasaje angosto, débil, medio condensado que estaba medio vacío desde el continente, y una niebla gris venenosa escapó lentamente de él.

Los mercenarios miraron a su líder con vacilación.

Y Xu Feng miró al hombre vestido de negro.

El hombre de túnica negra dijo: "Tu velocidad debe ser lo más rápida posible".

Extendió una mano demacrada y delgada, señalando la lejana grieta en el abismo:

"Aunque el equipo que proporcioné puede resistir el veneno dentro de la grieta del abismo, esto es solo en la etapa inicial del desarrollo de la grieta. Cuando se desarrolla por completo, no funciona. Solo tenemos poco tiempo para actuar".

Xu Feng se giró para mirar a los mercenarios detrás de él, su tono era fanático y extremadamente provocativo:

"¡Cuando encontremos ese tipo de metal, el dragón y el tesoro del dragón nos pertenecen!"

El miedo desapareció.

Los ojos de todos irradiaban una luz extremadamente emocionada y salvaje, y levantaron sus armas, emitiendo un salvaje acuerdo y risas.

"¡Entonces, muévete más rápido!"

Gritó Xu Feng.

En la base de mercenarios.

Todos los mercenarios están bajo control, cada instalación está revisada y el personal de la administración está ocupado transportándose entre ellos.

Todo está procediendo de manera ordenada.

El interrogatorio de Wen Yao aún no ha salido, por lo que durante este período de tiempo, solo pueden esperar.

Mu Heng se sentó en una silla y el niño delgado estaba en sus brazos.

Bajó la cabeza, olfateando el olor en el cabello del otro.

El champú con sabor a guayaba tiene un aroma ligero, como un bosque muy claro, limpio y refrescante, con un toque de calidez y dulzura.

El espacio en el barco es limitado. Construye perfectamente un área de actividad estrecha y restringida, creando la posibilidad de contacto a largo plazo y convivencia.

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