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Si Katsuki consideraba algo aburrido de sus principales tareas como futuro gobernador, esas eran las reuniones con otros reinos. Su madre se las arreglaba bien de forma diplomática, él estuviera mandando a volar a todos. 

Tenía 18 años, un gran peso sobre los hombros y debe cumplir con obligaciones; no le sorprendería si en algún punto lo comprometen con alguna princesa de otro reino vecino. Le resultaba repugnante; ha visto a toda damisela hacer caras a su reino y cuestionando sus costumbres a excepción de la princesa Fuyumi, ella era buena con todos incluyendo a los que no lo merecen. 

—Kachan, tienes una reunión la próxima semana con mi maestro para hablar sobre las protecciones para el pueblo, por consiguiente… — Izuku hablaba al costado de Kirishima quien parecía incluso estresado por los deberes que no eran suyos. 

Responsabilidad y más responsabilidad. 

—Bakugo debes recordar que quedamos en ir a ver a los pueblos más excluidos; exorcizar para que los duendes no vuelvan a hacer de las suyas. — Ochako se las arreglaba para complementar o empeorar todo lo que ya su molesto compañero dice. — Tendrá la visita de su casi hermano, no olvide eso. 

Al menos Hitoshi volvería a tiempo, esa noche es importante para todos; la familia de dragones se haría presente en el reino, una forma de bendición para que su tierra fuese próspera y Kirishima estaba contento de poder ser parte de la celebración anual. 

—Baku-bro, no olvides que debes comenzar a preocuparte por el futuro de tu reino, una buena chica debe ser seleccionada para que lidere a tu lado.

Katsuki prefiere hacer oídos sordos después de un tiempo, el resto se divierte incluyendo a sus vecinos más peligrosos y con los que aún buscan una tregua. La tensión era palpable pero su padre sabía manejar la actitud del rey Enji. 

Su mente está muy perdida como para hacer caso, siempre debe actuar para el bien de su pueblo aún si los pueblerinos odiaban su persona. Era complicado. 

Antes de comenzar a gruñir y mandar a volar a su séquito observa un traje azul y blanco, cabellos de doble color y una mirada bastante melancólica que miraba el reino con demasiada curiosidad. 

Eso era nuevo, nadie se había dedicado a observar sus tierras con tanta curiosidad y solo por un momento piensa que ese chico debe estar loco para hacer algo que al resto le desagrada. Ignora el leve calor en su pecho, era en verdad un gesto admirable. 

Incluso el hecho de caminar para dejar al resto hablando no le importa, algo en él era demasiado interesante. Desde su porte de príncipe, su cabello bicolor y lo nuevo que puede observar.

Por los dioses, él era tan hermoso…

—Alto ahí mi señor, debe presentarse primero. 

Agradeció que Shigaraki siempre estuviera en los mejores momentos antes de cometer alguna falta o tontería. Puede sentir la mirada de algunos encima. 

—Correcto. — dice para carraspear, de esa manera obtiene de nuevo la atención del otro chico y aunque quiere gruñir sabe que su compañero se está burlando de él. — Katsuki Bakugo, próximo gobernante de este reino; lamento interrumpir tu tiempo. 

Tomura estaba demasiado sorprendido, siendo parte de la escolta de su menor era sorprendente verlo actuar tan bien frente a otra persona; piensa que el sonrojo es nuevo, y no es mejor cuando incluso el chico del reino vecino enrojece ante la mirada del rubio. Le parece interesante. 

—Soy Todoroki Shoto, príncipe menor del reino de Endeavor… — responde con algo de pena. — Es la primera vez que visito este reino, es en verdad sorprendente. 

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