Nuestro Verano (Jeramiah Fisher Y Tú) ✔

El Día ✔

Al día siguiente, Matt me acompaña a casa y veo a Belly junto a Jeramiah afuera hablando.

Decidí hacer como si no los viera y me enfoque en Matt.

—Gracias por traerme—le digo.

—No es nada, solo llámame si necesitas algo, sabes que estoy para ti—sonrio por sus palabras.

Decido acercarme a el quedando cerca.

—Eres una gran persona Matt, la persona indicada llegará a ti. Porque te lo mereces.

—Y tu solo necesitas una pequeña ayuda para que el se de cuenta de lo tonto que es.

Lo miro sin entender, pero en eso se acerca a mi, tanto que sus labios están a nada de tocarse.

—¿Qué haces?—pregunto.

—Te ayudo.

No termina de acercarse, solo se queda en esa posición pero no dura mucho porque alguien ya lo está alejando de mi.

—Pero.

Veo que es Jeremiah que lo tiene sostenido desde el cuello.

—Suéltalo ahora—exijo pero no lo hace.

—No te acerques a ella Matt, es mejor que te vallas.

—Porque te haría caso, no es nada tuyo—le sonríe.

—Eres un..—lo empuja hacia la pared y es ahí dónde divido intervenir.

—Es momento en que lo sueltes y te vallas Jeremiah, ahora.

Me ve a los ojos y lo suelta lentamente.

—Lo siento por eso pero será mejor que te vallas Matt.

El asiente.

—Nos veremos después ____—se acerca y me da un beso en la mejilla antes de irse.

Lo veo alejarse y decido entrar sin ver de nuevo a Jeramiah. Sentí que me seguía, así que sabía que no me dejaría ir así como más.

Pero creo que está vez la suerte, estaba de mi lado. Veo a Conrad acercarse.

—Pero si Querida—bromea y solo le pegó.

—Vamos minion, que Kaila debe estar esperando.

—Bien, pero me debes contar porque recién llegas.

—Bueno...

—¿Podemos hablar?—habla Jeremiah, Conrad solo está serio.

—Sabes que se beso con Belly.

Me dirijo a Conrad.

—Si, lose.

—Bien, vamos que Kaila debe tomar su carro en una hora y sabemos que sigue dormida.

—Bien, yo la levanto. Creo que tu debes hablar con el—señala a su hermano. Hiba a negarme pero ya se había ido.

—Me preocupe por ti, no vuelvas a irte sola y menos con el, te recuerdo que no lo conoces de nada. Debes tener cuidado con quién sales. Además, porque no llamaste, te pude recoger. Por favor, no vuelvas hacer eso—lo miro sorprendida y no de buena manera.

—Pero quien eres tu...—pero no termino porque me abraza, intento alejarme pero no me deja—Suéltame ahora—pero no me hace caso.

—No quiero, quiero quedarme así por toda mi vida, por favor. Olvidemos todos, fue una tontería lo que hice pero a ti te quiero, nunca he dejado de quererte...

—Jeremiah—susurro y se aleja un poco de mi—No me pidas algo que no puedo.

Veo sus ojos cristalizarse pero me niego a olvidar lo que hizo.

Me alejo y voy con Kaila para poder llevarla.

Le cuento todo lo que pasó y lo primero que hizo fue a buscarlo, no la seguí porque Conrad me hizo el favor.

Me enteré que le golpeó y le amenazó que no se acercará a mi.

Después de esos, paso algunas semanas. Ya Hiba ser la fiesta de debutantes.

Pero había dejando de lado eso y pasa a más tiempo con Conrad, que no iba a negar lo extrañaba.

—Vamos a los toboganes.

—Bien vamos, pero después me toca a mi el siguiente juego—asiente feliz y lo llevo. Subimos para después sentarnos juntos en el inflable.

Pero al sentarme, sentí que me sujetaba de la cintura y el nunca ha hecho eso antes. Me pareció raro pero lo deje.

Bajamos y todo fue rápido que al llegar a la piscina, sentí un calambre en mi pie, de verdad que mi suerte no estaba por ningún lado.

Pero debo agradecer a Conrad, porque me sostuvo para poder mantenerme en la superficie.

—Gracias, de verdad que estos días, todo está al revés—bromeo y lo escucho reír pero al darme cuenta de su risa, me detengo.

Reconozco esa voz—volteo y veo a Jeramiah, la vida me odia.

—¿Estás bien?—me pregunta.

—Si y gracias—intento que se aleje pero no me suelta.

—Segura puedes nadar—sabia que no podía—te llevaré y luego me iré.

—Bien—dejo que me lleve, al levantarme me quedo senta en el borde de la piscina, sin saber que hacer. Porque me dolía el pie y creo que se dió de cuenta porque me comenzó a masajear.

—Puedo hacerlo sola

—No seas orgullosa, después que pase, podrá devolver a dejar de hablarme.

No sabía que responder a eso. Pero no me quedaría callada.

Holaa, nuevo capítulo. Espero les esté gustando, que ya en poco estaré publicando el epílogo de la historia.

Atte.yo

Publicado: 26/09/2022