Abuse Eyeliner [Pregame]

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Salida de la academia
9:59 A.M

Se encontraban en la salida listos para ir a la casa de Saihara, Ouma estaba agradecido y por lo mismo iba a tratar de no ser un estorbo para Saihara, mientras que el nombrado se encontraba contento, su crush viviría con él por un tiempo indefinido, hasta que consiga un lugar con más espacio del que planeaba, planeaba hacerse su amigo para que así el más bajo le tenga aún más confianza, comenzaron a caminar en silencio cuando de pronto dos personas se les unieron a la caminata.

— Dime amado mío, ¿Por qué llevas a este niño al kinder? -dijo haciendo un drama fingido mientras ponía su brazo en la frente de forma dramática - ¿Es que acaso es tú hijo?

— Así es, Kaede Teresa del Rosario, Shuichi David de las Flores tiene un hijo -dijo siguiéndole el drama a la rubia-

— ¿Pueden dejar sus pendejadas para otro momento? -suspiro pesadamente y miro a sus amigos quienes claramente hacían eso para molestarlo y quizá hacerlo quedar en ridículo - por favor

— Claro Aburrihara -sonrio volteando a ver al acompañante de su amigo- ¿Uh, Ouma?

El nombrado volteo a ver a quien le había llamado por su apellido.

— Ah, Hola Amami

— ¡Woah!, ¡Es Ouma, Soy Kaede Akamatsu, tenía una novia y tú me la bajaste! -la chica se veía realmente ¿Emocionada?, lo que desconcertó al pelimorado quien solo sonrió nerviosamente - Vaya que eres lindo, ya veo porque la mayoría de la escuela babea por el líder del club de Jardinería, bueno, aunque eres el único ahí

— ¿Kaede tenías novia?

Saihara y Amami detuvieron la caminata y vieron a Akamatsu la cual solo sonrió y agarró a Ouma del brazo para seguir platicando mientras avanzaban, los dos que se habían detenido continuaron caminando ahora atrás de la rubia y el pelimorado, al llegar a la casa vió como Kaede abría la puerta con unas llaves y entraba a botarse en el sillón haciendo una seña para que se sentara con ella, Saihara le indico que dejaría sus maletas en su cuarto y que más al rato se lo mostraría.

— ¡Oh!, ¿Yo le puedo dar el tour por la casa? -dijo dando pequeños saltos de emoción mientras tenía sus manos cerradas y sus muñecas pegadas al pecho el forma de petición- ¡Por faaaavor!

— ...Ah, está bien -suspiro y se dió la vuelta para dejar las maletas junto con Rantaro -

— ¡Genial, te va a encantar!

Y sin aviso alguno, Akamatsu tomo la muñeca de Ouma y comenzó a jalarlo por toda la casa mientras le mostraba cada una de las partes de esta, Kokichi estaba agradecido pero seguía sin entender el comportamiento de la joven, cualquiera se hubiera molestado por haberlo visto o siquiera enterarse de que ahora él viviría en casa de algún amigo de esa persona, pero ella no.

— Este es el sótano!, Tenemos prohibido bajar ahí, Acá está la habitación de Amami, nadie puede entrar ahí tampoco, Shuichi y yo somos sus amigos pero tampoco nos deja entrar ahí, y es curioso ya que la casa es de Shu, pero parece respetar la privacidad

— Ya veo, ¿Alguna vez intentaste bajar al sótano?

— Yep, pero jamás he podido, usualmente Shuichi no sale cuando nos permiten venir a casa, y bueno pues estamos en la academia, solo hubo una vez en la que yo y Shuichi salimos y Rantaro logro entrar, jamás me dijo que hay ahí, supongo que nada fuera de lo común, continuemos

La chica lo jalo hasta otra parte de la casa mientras seguía diciéndole que era esa parte y cuál era su utilidad, cómo se repartían algunas cosas y eso, finalmente llegaron a una habitación en la que de encontraban Saihara y Amami acomodando algunas cosas y Akamatsu habló de nuevo.

— ¡Y está de aquí es tu habitación Kokichi! -dijo alzando los brazos en forma de festejo con una sonrisa grande y cálida -

Nadie aparte de Yumeno le había llamado por su nombre, quizá no tenía más amigos y ese era el motivo, el que Akamatsu lo llamara "Kokichi" en vez de "Ouma" le dió una calidez agradable, lo hizo sentir como si ella también fuera su amiga, aunque quizá no lo sea, el algún día quizá la considere una, sonrió de forma cálida y amable.

— Gracias por dejar que me quedé por un tiempo

— No importa, puedes quedarte el tiempo que quieras, es aburrido ver siempre las mismas caras

— Eso fué grosero Amami, ¿Dices que te aburrimos yo y Shuichi?

— No, bueno quizá si

— ¡Oye!

Las risas se hicieron presentes en el lugar, formando así un aura de armonía y tranquilidad, quizá a Ouma le guste vivir ahí.