Abuse Eyeliner [Pregame]

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🔹 Acciones

🔹 Perspectivas
🔹 Narración y diálogo
🔹Lugar y tiempo
🔹(),[],{} Datos
🔹Recuerdos/ Flashback's

°─────── -ˏˋ🧉ˎˊ- ───────°

Finalmente había llegado ese último día en el que todos se verían las caras, ese día donde fingirian que ningún asesinato pasó, su último día en aquella academia de desesperación cubierta por el nombre de "esperanza", luego de salir de aquel lugar, cada quien iría por su lado, seguir estudiando o dejar de hacerlo.

Dos parejas se reunieron cuando finalmente acabo aquella celebración, se felicitaron por salir de la academia vivos y juntos, estaban sentados en una banca del parque más cercano a aquel lugar del que por fin salieron, hablaban de temas normales, cosas que extrañarían de aquella escuela, que harían en el futuro, etc. Tomaron un helado y caminaron a su casa, vivían los cuatro juntos ya que la única chica del grupo, había hecho berrinche al saber que el más bajo de ellos estaba buscando un apartamento para vivir solo, finalmente después de varios intentos fallidos ya que la chica siempre buscaba la manera de que el joven no se quedara en ningún apartamento, cuando encontraba uno entonces la joven hacia un escándalo y llegaba a inventarse algunos rumores. Finalmente llegaron, todo estaba tal cual lo habían dejado, excepto por el olor, apestaba, era un olor nauseabundo, putrefacto, apestaba a muerto.

— ¡Puag! -exclamó la rubia tapando su nariz por el hedor  que desprendía de aquella casa bien amueblada- Saihara tu casa apesta, ¿No le diste mantenimiento en las veces que te salias de la escuela?

— Ahm.., bueno no...

— Quizá sea la comida que se echo a perder o quizá las ratas del sótano–....

Terminando de decir eso el peli-verde se arrepintió, sabía que no debía entrar ahí pero lo hizo por curiosidad no encontró más que ratas así que no sabía porque el próximo detective se molestaba tanto, o porque no quería que entrarán ahí. Finalmente se acomodaron a pesar de la pestilencia que por más aromatizantes que echaban no se iba, los días pasaron y kaede ya estaba harta, el olor no se quitaba por más que limpiaron, hicieran lo que hicieran ese olor seguía. Desde que Amami había dicho entrar a aquel sótano, Saihara actuaba raro con el, y cada que el contrario salía a algún lugar siempre le decía "que vuelvas bien, ojalá no te rapten o algo así", todos lo tomaban como una broma o algo, hasta que una noche que Rantaro salió ya no volvió.

Ese dia el peli-verde había salido para comprar algunas cosas, cómo tardo mucho entonces Akamatsu y Ouma salieron a buscar algo para comer dejando a Saihara solo en la casa, cuando ambos volvieron no encontraron a ninguno de los dos, Saihara y Amami no estaban en casa, quizá llegarían más tarde así que Kaede y Kokichi decidieron comer e irse a acostar ya que era tarde. Pasaron días y Amami seguía desaparecido, el olor de la casa continuaba pero ahora combinado con químicos, Akamatsu y Ouma pensaban que era por tanto cloro y cosas que echaban para limpiar, se pasaron todo el día soportando el aroma que por más no se iba, finalmente se hizo de noche. Esa misma noche se escucharon unos martillazos que provenían de la parte de abajo, Kaede se levantó para ir con Kokichi ya que debido al ruido ya no podía dormir; para ir al cuarto del peli-morado debía pasar por la puerta del sótano la cual estaba abierta y con una luz tenue iluminando su interior, bien dice un dicho "La curiosidad mató al gato", la rubia contuvo un grito al bajar las escaleras, ahí estaba su amigo que había desaparecido por días, podía reconocerlo apesar de la poca luz que iluminaba el lugar, sus piernas no querían reaccionar, no se movían, escuchó como se abría una puerta y una voz la hizo entrar en razón, la persona allí abajo, esa persona que tenía a su amigo inconciente y con cortes en el sótano, ella la conocía, conocía a esa persona. Salió de ahí como pudo sin hacer un mínimo ruido y corrió a su destino inicial, tocó la puerta obteniendo un quejido cómo respuesta así que entró.

– ¿Kaede te sucede algo? -el más bajo encendió una vela para poder ver mejor a su amiga la cual respiraba agitada- Kaede....¿Estás llorando?, ¿Qué te pasó?, Hay que llamar a Saiha—

– No!...-la rubia se tapo la boca, fue un grito susurrado pero igualmente le aterraba alarmar a la persona del sótano- K-kokichi, estoy mal, m-muy mal, ya te c-contaré pero por el momento quiero dormir. Por favor

– D-de acuerdo, ven acomodate yo dormiré en el Puff, ¿De acuerdo?

– ¿P-podemos ponerle s-seguro a la puerta?

El peli-morado asintió, no entendía nada de lo que estaba pasando pero su amiga se veía demasiado aterrada, estaba temblando y tartamudeaba, eso no era normal en ella así que para calmarla le puso el seguro a la puerta y ventanas para cerrar esas últimas obscureciendo más la habitación.
Al día siguiente ambos se levantaron pero inmediatamente lo hicieron, Kaede le dijo a Kokichi que se cambiara ya que quería salir con él y salió de la habitación de el más bajo dejandolo aún más confundido de lo que ya estaba, cuando ambos estaban listos fueron a la entrada dispuestos a salir pero alguien los detuvo.

– ¿Van a salir?, Saben que deben estar aquí antes de las 2:30 p.m o iré a buscarlos, aún no encontramos a Rantaro y no querría perderlos a ustedes también

–.....-la rubia trago y soltó un suspiro para finalmente hablar- No te preocupes S-huichi, solo vamos a ver Harukawa y a qué Kokichi visite la tumba de Yumeno, volveremos temprano, lo prometo

– De acuerdo, confío en ti Kaede

La rubia saco al peli-morado de ahí y lo llevo al cementerio, realmente debía revelarle algo importante sobre Shuichi Saihara.