𝘖𝘶𝘳 𝘓𝘪𝘵𝘵𝘭𝘦 𝘚𝘶𝘯𝘧𝘭𝘰𝘸𝘦𝘳 //ᵒᵐᵉᵍᵃᵛᵉʳˢᵉ~ᴳᵉᵐᵉˡᵒˢ ˢᵗʸˡᵉˢ⁻ᴸᵒᵘⁱˢ

𝐗𝐗𝐈. 𝐂𝐨𝐦𝐩𝐫𝐨𝐦𝐢𝐬𝐨

Regresar pero a que costo si me da hueva editar jajajaja

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Al despertar Louis se dio cuenta que estaba solo, se sentó en la cama, y el dolor que venía desde su trasero lo hizo recordar lo que había pasado la noche anterior. Sonrió y se levantó.

Hizo lo de todas las mañanas, se bañó y se lavó los dientes, se puso ropa más cómoda y salió de la habitación, caminando directo a la cocina, pensando que sus alfas ahí estaban. Pero al llegar se dio cuenta que está estaba silenciosa y sin rastro alguno de sus alfas. Camino hasta el desayunador y vio un sobre, así que lo abrió.

“Amor te dejamos tu desayuno en el horno, no te levantamos porque estabas muy dormido y quisimos dejarte descansar. Fuimos a solucionar algunos asuntos en la empresa, pero te recompensaremos en la noche, ponte más hermoso de lo que ya estás. Si necesitas ropa no te preocupes en gastar dinero de la tarjeta, es exclusivamente tuya y del bebé.

con amor E&H, te amamos.”

Louis sonrió con el papel en su pecho, y guio su mirada a la tarjeta dorada que estaba justo en donde se encontró la nota. Sus alfas ya le habían dado una tarjeta pero siempre le dio pena usarla, la que ahora le dieron era una dorada, la cual llevaba la marca de la empresa de sus alfas. La tomo y guardo en algún lugar del comedor.

Luego de desayunar, se puso algo más decente y salió directo a alguna tienda de ropa, ya sea materna o normal. Iba en su auto, el cual era una camioneta Porsche azul. Era de sus alfas, pero se la habían dado diciendo que era del color de sus ojos, y que tenían que ser para el.

Llego a su primer destino y se bajó. Al entrar lo recibieron muy amable, no sabia si era por sus dos grandes mordidas, o por su embarazo, también podía ser por los dos.

Entró y le comenzaron a mostrar ropa, tanto como vestido, pantalones y muchos tipos de top. Louis no veía algo cómodo para el, así que solo compro unos pantalones, y unas cuantas camisas, grandes porque no había nada para maternidad que le gustara.

Después siguió hasta otras tiendas, pero le dio hambre entonces fue a compar un café y una dona. Últimamente ya no tenía náuseas pero si mucha hambre. Siguió entrando a más tiendas pero creía que ya era mucho. Estaba cansado de cargar las bolsas y su comida. Así que se fue.

Al llegar a casa está segura callada, ya eran las 5 de la tarde, eso significaba que no había comido más que solo la dona y el café. Dejo sus bolsas en alguno de los sillones. Y fue hacia la cocina y se preparó algo rápido.

Se sentó a comer, y no podía creer que en menos de dos meses ya no estaría solo, ya tendría a su pequeño cachorro entre brazos, estaba ansioso de verle su carita, y ver a quien se parecería más. Pero lo que más lo ponía nervioso era el como iba a ser su parto. El quería normal, porque no queria tener una gran operación en el estómago, como su madre. Así que si mejor opción sería normal, no tenía miedo, solo nervios.

Ya pasaban las 5 de la tarde y sus alfas no llegaban, ya estaba poniéndose nervioso, nuevamente. Así que optó por ir arreglarse mientras sus alfas llegaban.

Dieron las 7 de la noche, sus alfas seguían sin llegar, el ya estaba más que preparado, se había aplicado un poco de mascarilla para pestañas, para verse hermoso. Últimamente estaba teniendo muchas inseguridades, aún que sus alfas hacían de todo para hacerlo sentir lindo, el no se sentía así. Los últimos meses lo hacían ver más gordo, tenía ya las caderas más anchas, tenía ya un culo muy gordo, y sin mencionar las malditas cicatrices rojas que estaban marcando todo su abdomen, se sentía tan inseguro. Pero trato de borrar esos pensamientos antes de ponerse a llorar, estar solo lo hacía sobre pensar mucho las cosas.