VIOLETA
— ¿Qué le parece? Creo que pudo quedar mejor — le dije a mi maestra de arte mientras le mostraba la última pintura que hice.
— Está genial, el concepto es increíble — dijo apreciando la pintura — felicitaciones, sigue así.
— Se lo agradezco jeje oiga ¿Ya me puedo ir? Lo pregunto, como ya terminé todas las tareas de hoy.
— ¡Ay! Sí, claro — respondió ella, sin dudarlo me di la vuelta y recogí mis cosas.
— ¿Terminaste tan rápido Violeta? Wow — se dirigió a mí uno de mis compañeros.
— Ajá, la actividad estaba algo fácil... —le contesté contenta.
— Jajaja ahora entiendo porque tu familia se olvidó de ti — mi felicidad se esfumó — por andar con las prisas se les olvidó tu existencia jajaja deberías andar un poco más despacio, no vaya a ser que se te olvide algo — dijo señalando un pequeño espacio en blanco que se me olvidó pintar.
— ¿Sabes algo? Tal vez es cierto lo que dices, aunque también es cierto que por andar con prisa a tu mamá se le olvidó abortar — le dije con los ojos llorosos y una sonrisa, para hacerle creer que no me importaba lo que decía.
— ¡Cállate rara! — me gritó con enojo.
— A ver ¿Qué pasa? ¿Por qué tanto alboroto? — dijo la maestra levantándose de su asiento.
— Prefiero ser rara a ser una copia más de la sociedad... — tomé mis cosas y salí de la habitación mientras los demás me miraban.
AZUL
Trata de que los demás no te vean, bueno, eso si no quieres que todos salgan corriendo al verte; los humanos ven a los demonios como sombras o algo así, así que sé discreto.
Aquí tienes una lista de las posibles personas que pudieron asesinarte, ya que no recuerdas quién te mató y mucho menos yo no te diré quién fue, sería un juego aburrido ¿No crees?
— Que instrucciones tan estúpidas ¿Este tipo de verdad será el diablo? — estaba escondido en un callejón mientras revisaba a los posibles "asesinos," para mi suerte todos vivían en la ciudad dónde me encontraba — ayy pero que aburrido, tengo hambre aish qué importa si me ven... — cuando estaba a punto de salir a la luz del día, volvió el dolor en mi corazón y un recuerdo de mi asesinato " ¿Pero qué haces? — alguien se abalanzó sobre mí — No me lastimes, por favor somos amigos... — le supliqué en un mar de lágrimas , no le bastó y solo me apuñaló, no se podía ver quién era porque era de noche y todo estaba muy oscuro."
— ¡AAAAH! ¡Mamá un monstruo! — un niño me sacó de mi estado de trance, salió gritando al verme y todos se asustaron, aunque estamos en Latinoamérica y muchos se acercaron a ver al demonio del callejón.
— Carajo, ya me vieron — rápidamente escalé por la pared y subí al techo del edificio — tendré que correr unas cuadras sobre los techos, tal vez así me pierdan de vista ¡¡Corre Forrest!!
Cansado de tanto correr, entré por una ventana abierta, dentro solo había una habitación algo deprimente, de tonalidades grises y una que otras luces de navidad amarillas; no vi a nadie por lo que me quedé ahí un rato a descansar.
YOU ARE READING
Desastre de dos colores
Science FictionAzul es un chico demonio de 16 años que tras morir apuñalado en el orfanato donde estaba, se convierte en un demonio y regresa al mundo humano para cobrar venganza sobre quién lo asesinó.