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VIOLETA

— Vaya que bonita pintura.

— Violeta siempre con sus hermosas obras.

— Gracias, gracias — he tenido muchos halagos en la exposición de arte, no pensé que les gustarían tanto mis pinturas — ¡Oye Gabriel!

— ¿Qué pasa señorita Violett? — me tratan con respeto desde que se apareció Azul y me defendió en el instituto.

— ¿Te parece si vamos a tomar un refresco? 

— ¿Lo dice en serio? — asentí e inmediatamente sonrió — ¡Chicos! Vamos a tomar algo, Violeta invita.

— Escojan lo que quieran — les dije sonriente; sin pensarlo dos veces cada uno pidió lo que se les antojó, mientras tanto me quedé mirando por la ventana, me pareció ver un chico muy parecido a Azul — chicos ya vengo, no se muevan de aquí.

Salí corriendo de la tienda, el chico iba volteando por la esquina, volteé por ahí, pero lo perdí de vista, me desilusioné al no verlo por ningún lado.

— ¿Me buscabas? — escuché su voz detrás de mí, me giré y ahí estaba, el chico con el que paso los mejores días de mi vida, aunque también el que me hizo vivir un infierno jeje; tenía una chaqueta y un pantalón corto de color negro, como siempre una camiseta blanca y unos tenis negros.

— A-Azul...de verdad eres tú — lo abracé y me eché a llorar.

— Oye, no pensé que me extrañaras tanto — dijo contento.

— ¿Dónde te habías metido? — le reproché — llevo buscándote más de un mes.

— Pues...digamos que me quedé un tiempo en el infierno — me sobresalté, no pensé que todo este tiempo hubiera estado allí — tengo a Satán como mi esclavo jeje.

— ¡¿En serio?! 

— Sii, se puede decir que al darle su merecido a Lucifer me convertí en el nuevo "Hombre de rojo," bueno, de azul. Ese tipo solo era un debilucho con poder jajaja

— Vaya, increíble — ayyy no puede ser que me enamoré del diablo, bueno, ya que. Mi celular empezó a sonar, era Gabriel, supongo que ya habían terminado sus refrescos.

* Hola , ¿Señorita, dónde está?

*Jeje perdón, ya voy para allá, estoy cerca.

*Está bien, pero rápido.

*Si, si, ya voy.

— Supongo que ya te tienes que ir — dijo Azul con su bonita sonrisa.

— Sí...me encantó volver a verte, ¡Adiós! — me dirigí nuevamente hasta la tienda sin decir más.

— ¡Violeta!! — me di la vuelta, Azul me sujetó el brazo y me besó, sus labios son tan suaves, carajo, ¿Por qué tiene que ser tan lindo? — nos vemos en otra ocasión mi linda doncella.

Le sonreí y me fui del lugar; mis mejillas estaban ardiendo, debo estar roja como un tomate.

— Ahí estás, rápido — me dijo Gabriel al verme — deben haber más compradores, esas pinturas no se van a vender sola.

— Mesera la cuenta. 


Nota de la escritora:

Bueno gente, hasta aquí llegó "Desastre de dos colores," espero les haya gustado jeje :) si quieren una segunda temporada no duden en dejármelo en los comentarios...compartan y voten que así me ayudan un montón :3

Gracias por leer.

Desastre de dos coloresWhere stories live. Discover now