Recuerdo muy poco de mi infancia, es como si me hubieran borrado la memoria de todos esos años, pero los recuerdos con mi abuelita están muy presentes, se hizo cargo de mi desde los 6 años cuando mi madre decidió partir. Mi infancia fue bastante triste pero al menos ella estaba ahí para hacerla un poco mejor, mis padres se habían separado cuando apenas tenía dos años, mi madre decidió irse y aunque a veces venía a verme, no era lo mismo. Por otro lado, mi padre siempre trabajaba y casi no tenía tiempo para estar conmigo, no tenía hermanos y a veces eso me hacía sentir muy sola pero ella siempre estaba ahí para animarme, veíamos películas, salíamos a comer, escuchábamos música juntas, incluso me llevaba a la escuela, la vida con ella definitivamente era más bonita.
A los 11 años yo estaba en mi último año de primaria y ella empezó a tener más complicaciones con su enfermedad, diabetes. Se puso tan mal que terminó internada en el hospital, realmente sentía que ese día la perdería pero no fue así, se levantó una vez más porque decía que no quería dejarme sola, fue muy difícil ver a mi abuelita en ese estado pues siempre la había visto fuerte y a pesar de que yo era una niña todavía, traté de cuidarla en todo momento porque ella ya había cuidado de mi, ahora era mi turno cuidarla a ella.
Ella se llamaba Esperanza, su nombre proviene del latín antiguo Sperantia que proviene de sperare que designa la idea de expectativa, en general refleja el deseo de vivir o experimentar un futuro mejor.
Era una mujer muy fuerte, creo que de ahí saqué toda la fuerza que tengo para levantarme de toda situación que se presente. Su color favorito era el rojo, su comida favorita era el pozole, en realidad amaba mucho comer, tenía el cabello chino y siempre lo pintaba de color rojo o café, le gustaba mucho bailar y en las mañanas ponía el radio a todo volumen, hasta el día de hoy extraño eso porque eso quería decir que seguía aquí, conmigo. Su cumpleaños era y es una fecha muy especial, el 18 de diciembre nos reuníamos toda la familia solo para celebrar un año más, puedo decir que ella fue muy feliz hasta el último momento de su vida.
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La vida después de ti
RandomNarra la historia de Irania, una chica que perdió a su madre a los 6 años, su abuela se hizo cargo hasta que cumplió 19, ahora deberá aprender a vivir y continuar sin ella. Perder a alguien que quieres tanto es algo difícil de explicar, hoy te quie...