C.17 Un Amigo Entrometido

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Midoriya sabía perfectamente que algo pasaba en la vida de Bakugo, tras una videollamada en la que estuvo presente cuando su esposo hablaba con el rubio se percato de ciertos detalles, habían hablado de trabajo ya que Todoroki le habia pedido ayuda para la publicidad de la empresa que ahora manejaba, herencia de su padre, que no estaba muerto aun...para desgracia de Shoto, pero que se había decidido retirar.

Mientras su querido esposo hablaba de cosas serias el se percato de otras cosas, como el echo de que habia flores en casa del rubio, ademas pudo vislumbrar una felpuda mano de un oso. Y lo mas curioso era aquella frase que había soltado al acabar la videollamada cuando el timbre sonó.

"Ese idiota sigue enviando regalos y no me da la cara"

El peliverde estaba completamente seguro de que su amigo de la infancia había encontrado a alguien, no solo quería, necesitaba saber quien era, estaba feliz por el, tanto Todoroki como el anhelaban tanto verlo feliz.

Sobre todo en el persistía la culpa de haberle quitado el amor, aun si casi a golpes Bakugo habia insistido en que no era así.

Así que convenció al bicolor de viajar a New York aprovechando sus prontas vacaciones. Uraraka se les había unido y junto a ella su ahora novio, Iida.

Habia tomado tiempo, no tanto siendo el, pero logro saber un poco del chico que estaba detras de su querido amigo Katsuki, y en esos momentos se encontraba frente aquel lugar de postres.

—Creo que no deberíamos hacer esto Midoriya-san— menciono el chico de gafas que fue sangoloteado por su novia

—Tonterias Tenya, es justo y necesario, vamos vamos Midoriya— la castaña jaloneo a su novio y empujo al de cabellos rizados hasta entrar al lugar donde un agradable aroma a pan recién horneado les invadió

—¡Bienvenidos!— la mirada rojiza y sonrisa radiante fue lo primero que recibieron, Kirishima se limpio las manos en el mandil antes de recsrgarse en el mostrador. Mina y Sero habían tenido una cita ese dia así que se habia quedado sin ayuda, y Denki no dejaba de coquetear en la entrada de la cocina con Shinso, el chico que le traía ingredientes cada semana.

—¿T-Tu eres Kirishima-kun?— cuestionó con firmeza Midoriya

—¿mmh? Su soy yo, ¿eres japones?¡hombre genial! Preparare unos postres especiales para ustedes,¡tomen asiento por favor!— antes de siquiera pedirlo Uraraka e Iida ya se encontraban en la mesa mas alejada para darle su espacio a su amigo, era una suerte que a esa hora el lugar no era tan concurrido.

—Yo...soy amige de Kacchan...perdón de Bakugo, y queria hablar unas cosas contigo— la sorpresa fue notoria en el pelirrojo que no dudo en asentir.

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