Narra Rocío:
Odiaba levantarme temprano, eran las 05:00H de la mañana, hoy regresábamos a nuestras casas, con nuestras vidas normales, con nuestros amigos, con mi familia...
Dicho así suena muy bonito, o por lo menos, así querían que lo viese la familia de Guzmán, cuando todos sabían que no era así.
Nuestras vidas jamás volverían a ser las de antes, Marina ya no estaba con nosotros, ni ella ni su hijo... Es cierto que se iba a fugar, sí, pero aun así, seguiría vivia, con la posibilidad de que ambos, Marina y Guzmán, volvieran a verse en un futuro. Marina murió llena de odio hacia su familia y amigos, queriendo huir de ellos, queriendo huir de un mundo demasiado perfecto para su vida tan imperfecta, queriendo huir de la realidad para vivir una mentira que ella misma había creado y se estaba creyendo, creando una vida perfecta en su mente en un mundo tan imperfecto...
Marina quería tener una vida perfecta, una vida que había inventado ella misma en su mente, una vida perfecta para un mundo tan imperfecto, lleno de personas que son crueles con todo el mundo, o así las veía ella, cuando en realidad, solo estaba viendo la realidad de el mundo, Marina quería vivir una mentira, su mentira, quería ser libre, no ser un adolecente de dieciséis años que vivía bajo la vigilancia de sus padres y su hermano, quería ser todo eso que nunca había sido, Marina quería sentirse adulta, quería sentir que tenía todo bajo control, Marina quería sentirse como si fuese Samuel, una adolescente capaz de resolver problemas por si sola cuando, la gran diferencia entre ellos era que, Samuel se había criado en el barrio de ''los malos'', creyendo que ellos eran los que hacían las cosas mal y, Marina, se había criado en el barrio de ''los buenos'', haciendoles creer a los otros que ellos los malos eran ellos, cuando en realidad, era al reves...
Me atemorizaba la idea de volver con ''nuestros amigos'' y con '' mi familia'', me atemorizaba no saber como reaccionar al verlos...
Mi vida había cambiado mucho en torno a estos meses que hemos estado de vacaciones, me había vuelto más fría, no con todos, solo con algunos, por así decirlo, ''fría selectiva''. Ya no hablaba tanto, simplemente me limitaba a sonreír, tampoco prestaba atención a las cosas, mi mente siempre estaba centrada en Marina, Polo, Carla o Guzmán, también en Nano o Samuel, al igual que en Christian, pero sobre todo, en Polo...
Mi mente siempre me recordaba lo gilipollas que era y lo gilipollas que había sido yo amándolo, dándolo todo por alguien que no daba nada por mí, pero que a su vez, no quería que dieran todo por mí, queriendome guardar para si mismo sin saber cuidarme.
Es cierto que Polo había hecho muchísimas cosas bonitas por mí, pero ya estaba cansada de arrastrarme de aquí para allá por él.
Desde lo ocurrido, no soy la misma, soy todo lo opuesto a mí, menos con él, claro...
Guzmán.- Buenos días Guzmán - saludé saliendo de el baño mientras observaba con ternura como se frotaba los ojos.
- Que 'Buenos días' si todavía es de noche Rocío - se queja volviendo a tumbarse, a veces pensaba que estaba saliendo con un nene de cinco años en cuerpo de un chico de discisiete.
Me acerqué lentamente hacia él, sonriendo, siendo observada por él con una cara picaresca.
Me intriduje debajo de las sábanas, quitándole eróticamente todo, hasta quedar con su miembro entre mis manos, dirigiéndolo a mi boca comezando a mamar despacio para poco a poco ir acelerando el rítmo.
- Joder Rocío, así si que quiero madrugar todos los días - dijo, provocando una sonrisa en mi rostro a la vez que el dirigía su mano hacia mi cabello, apartándolo de mi cara llavándolo hacia mi nuca, sujetando esta a la vez que la movía de arriba hacia abajo, haciendo que mamase más deprisa...
(...)
- Rocío... - escuché susurrar a Polo cuando pasé por su lado.
No tenía ganas de hablar con nadie, ni siquiera con mis padres, quienes me habían recibido con una enorme sonrísa, tan falsa como la de mi hermana.
El negocio de mi padre iba mejor que nunca, o eso me había contado el padre de Guzmán, la verdad no me interesaba, aunque no estuviera allí me enteraba de todo.
Sabía que el reloj que tenía mi padre, el reloj que se llevó Marina, ese reloj que era menos reloj que el del bazar de la esquina, ese, había vuelto a las manos de mi padre, claramente se lo entregó Polo a mi hermana y esta se encargó de devolverselo a él con una excusa tan falsa pero creíble ante los medios de comunicación, pues, desde hace un tiempo traían a miles de periodistas y detectives detrás de ellos por posibles fraudes y chanchullos, me ecantaría ahorrarles tiempo a esas personas y decirles que no eran 'posibles fraudes', si no que eran 'fradues', sin el 'posibles', me encanatría colaborar con ellos para confesarles de que se trataban esos fraudes, en los cuales, no solo estaba implicado él, si no más personas de gran poder, como por ejemplo, Ventura Nunier, sí, el padre de Guzmán y Marina...
Hubiera dado todo por contar la verdad, contarles que esos chanchullos eran para pagar a personas que estaban dispuestas a contar la verdad y ellos se encagaron de silenciar, que esos chanchullos eran de comprar droga, droga la cual luego vendían o ellos mismos acababn esnifándose, hubiera dado todo por contar que ellos sabían quién era el verdadero asesino de Marina, sí, tanto mi padre como Ventura, pero que prefirieron callar porque ellos eran las víctimas, los buenos, en cambio, Nano era el malo...
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𝘎𝘜𝘡𝘔Á𝘕 || É𝙇I𝙏E
Fanfic|𝟷ª 𝚙𝚊𝚛𝚝𝚎: 𝘗𝘖𝘓𝘖 || É𝙇I𝙏E| - 𝐄𝐲, 𝐆𝐮𝐳𝐦á𝐧, 𝐦í𝐫𝐚𝐦𝐞, 𝐩𝐨𝐫𝐟𝐚𝐯𝐨𝐫, 𝐦í𝐫𝐚𝐦𝐞 𝐚 𝐥𝐨𝐬 𝐨𝐣𝐨𝐬 - 𝘤𝘰𝘨𝘪ó 𝘭𝘢 𝘤𝘢𝘳𝘢 𝘥𝘦𝘭 𝘢𝘯𝘵𝘦𝘳𝘪𝘰𝘳𝘮𝘦𝘯𝘵𝘦 𝘯𝘰𝘮𝘣𝘳𝘢𝘥𝘰 𝘤𝘰𝘯 𝘴𝘶𝘴 𝘮𝘢𝘯𝘰𝘴 -, 𝐧𝐨 𝐦𝐞 𝐯𝐚 𝐚 𝐩𝐚�...