- ¿Qué tal con Omar? - pregunté devolviéndole el porro que me había pasado después de unas cuantas caladas.
- Bueno... Vamos - dijo mirando a un punto fijo en su habitación, fumando.
- Lo manteneis en secreto, ¿verdad? - asintió - Joder Ander...
- ¿Y qué quieres que hagamos? Si lo decimos saldremos dañados los dos, él por su padre y yo por el mío, si lo decimos, lo único que vamos a conseguir es no volver a vernos - soltó el humo por la boca.
- ¿Quién lo sabe?
- Omar, tú y yo, nadie más - dijo, mirándome fijamente, una mirada que no expresaba sentimientos, una mirada que no decía nada, una mirada que reflejaba tanta tristeza que no reflejaba nada, una mirada llena de dolor emocional y a su vez, una mirada vacía.
- Ander, sé que todo esto está siendo muy difícil para ti, sé que estás agotado emocionalmente de todo, no puedes seguir así, debes hablar con tus padres, por lo menos con tu madre, ella te va a entender, lo sabes de sobra.
Sin decir nada, se acercó y me abrazó.
Lo había extrañado tanto, siempre habíamos sido una pandilla muy unida, Guzmán, Polo, Ander, Carla, Lucrecia, Marina y yo, pero ahora todo era diferente, ahora sin Marina ya no éramos una pandilla, éramos adolescentes con problemas queriendo huir de este mundo, queriendo huir de la realidad, encerrándonos en cosas que nos hacían felices instantáneamente, que después volvíamos a la realidad, sin solucionar nada, huyendo de nuestros problemas, jodiendonos la vida, sobre todo con las drogas, tanto física como mentalmente, esa era nuestra felicidad instantánea, las drogas, pero no solo las que te joden todo el organísmo, no, si no también las que te joden el corazón, el amor, esa era la droga más fuerte de todas.- Siento que tuvieras que ver como murió Marina - dijo, logrando que se me pusiera piel de gallina, separándome de él, mirándolo sin expresión alguna.
- ¿Cómo? - notó la confusión, nerviosismo y sorpresa en mi voz, pues, así era como me sentía.
- Lo sé todo Rocío, Polo habló conmigo, el muy hijo de puta me contó que él la había matado y que Carla, Christian y tú lo sabíais - penetró su mirada en la mía, una mirada que había pasado de reflejar tanta tristez que no reflejaba nada, llena de dolor emocional y a su vez, una mirada vacía, a reflejar miedo, enojo y decepción -. Desde entonces no hablo con él, le chantajeé con que pagase la fianza de Nano o le contaría todo a la polecía, no tuvo otra que aceptar... Han pasado muchas cosas este verano, Guzmán no sabe que Nano está fuera, si se entera se encargará el mismo de matarlo con sus manos, Samuel continúa acudiendo a el instituto, es normal, tiene su beca. Actualmente se junta con nosotros, pero en cuanto regrese Guzmán, nos podemos ir despidiendo de él, de Nadia y de Christian, no va a permitir que nos juntemos con ellos a pesar de no tener culpa, sobre todo no van a permitir que se junten contigo - le dió una última calada a el porro antes de pasármelo.
- Voy a hablar con Samuel - me leventé dispuesta a irme, pero una mano me frenó, la mano de Ander.
- ¿Quieres que muera? Si Guzmán se entera lo mata, ¿no te acuerdas de lo que sucedió con Pablo? ¿O cuando se enteró que estaba embarazada?
*Flashback*
[Capítulo 08; POLO || ÉLITE]
Narra Rocío:
- Marina, ¿qué cojones ha pasado? ¿Por qué mierdas había una bolsa de marihuana en tu taquilla? - pregunté cuando tocó mí turno de visitarla.
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𝘎𝘜𝘡𝘔Á𝘕 || É𝙇I𝙏E
Fanfic|𝟷ª 𝚙𝚊𝚛𝚝𝚎: 𝘗𝘖𝘓𝘖 || É𝙇I𝙏E| - 𝐄𝐲, 𝐆𝐮𝐳𝐦á𝐧, 𝐦í𝐫𝐚𝐦𝐞, 𝐩𝐨𝐫𝐟𝐚𝐯𝐨𝐫, 𝐦í𝐫𝐚𝐦𝐞 𝐚 𝐥𝐨𝐬 𝐨𝐣𝐨𝐬 - 𝘤𝘰𝘨𝘪ó 𝘭𝘢 𝘤𝘢𝘳𝘢 𝘥𝘦𝘭 𝘢𝘯𝘵𝘦𝘳𝘪𝘰𝘳𝘮𝘦𝘯𝘵𝘦 𝘯𝘰𝘮𝘣𝘳𝘢𝘥𝘰 𝘤𝘰𝘯 𝘴𝘶𝘴 𝘮𝘢𝘯𝘰𝘴 -, 𝐧𝐨 𝐦𝐞 𝐯𝐚 𝐚 𝐩𝐚�...