Capítulo 6

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Jungkook se sentía a morir por tener la necesidad de saber que había ocurrido con su amado, pero no quería iniciar un conflicto con los ángeles, necesitaba pensar claramente las cosas, hasta que finalmente un día regresó su amor y le contó que sus superiores lo habían descubierto, pero creían que mantenía una relación con un humano y como castigo por ello, lo encerraron unos días para que reflexionara, pero en cuanto pudo, nuevamente escapó.

Jungkook sabía que los ángeles eran muy rigurosos con quienes rompían las reglas, y por lo tanto era consciente de que los próximos castigos serían aún peores, esto le pareció un tanto injusto pues sabía que a él nada le ocurriría pues en su mundo era un príncipe y se hacía su voluntad, si algo llegaba a ocurrir la peor parte se la llevaría Jimin, y no podría hacer nada para salvarlo, pues de hacerlo tendría que entrar en guerra con los ángeles. Aquella situación despertaba toda la furia del demonio, pero Jimin con su dulzura lograba aplacarlo, diciendo que podría soportarlo.

Esa noche le pidió que no pensase en nada más que amarlo, y Jungkook respetó cada uno de sus deseos; Cuando llegó el momento de despedirse, ninguno de los dos quería irse.

- No te vayas, quédate aquí conmigo, si regresas ahora a tu mundo, temo no volver a verte jamás - le rogó Jungkook.

- Te prometo que pase lo que pase regresaré a ti, por favor espérame aquí mañana - respondió el ángel mientras le acariciaba la mejilla.

Después de compartir un largo beso, finalmente Jimin se marchó.

El día siguiente fue eterno para Jungkook, la incertidumbre oprimía su pecho impidiendo que pudiera pensar en otra cosa que no fuera su amado, se mantuvo así hasta que la oscuridad nuevamente cayó en la tierra de los humanos. El tiempo empezaba a correr y Jimin no llegaba, el demonio empezaba a ponerse nervioso imaginando cualquier cosa terrible que pudiera ocurrirle al ángel, hasta que en un momento de la nada Jimin apareció, angustiado corrió a su lado y le abrazó con fuerza, aquello llamó la atención de Jungkook.

- Jimin, cariño ¿Qué ocurre? ¿Sucedió algo? - le preguntó el demonio.

- Jungkook... Yo... - inició él, pero no pudo terminar, pues se vio interrumpido por una presencia.

De la oscuridad emergió un segundo ángel de nombre Hoseok, que venía persiguiendo a Jimin.

- ¡Jimin! ¡Sino regresas ahora mismo perderás tus alas y quedarás condenado al destierro! - exclamó con preocupación. - ¡Espera! ¡No puede ser, no es un humano, es un demonio! ¿Esa es la razón de tus escapes? ¡¿Qué acaso has perdido la cabeza?!- 

Jungkook, estaba dispuesto a enfrentarse con aquel ángel, pero Jimin lo detuvo.

- No lo hagas Jungkook, no te involucres, podrías ocasionar una guerra - suplicó el ángel mientras abraza por la espalda al demonio.

- ¿Acaso ese demonio te hechizó? - preguntó Hoseok sin dar crédito a lo que veía.

- Él no me ha hecho nada, es mi decisión venir aquí y estar a su lado - se defendió Jimin.

- Una cosa es que espíes a los humanos para observar sus costumbres y otra que vengas a estas tierras para reunirte con un demonio, eso es una deshonra - exclamó Hoseok.

- ¡Vete! No me importa que me quiten las alas, no volverán a encerrarme jamás - dijo Jimin con determinación aferrándose a la mano de Jungkook.

- Bien... Sólo espero que no te arrepientas de tu decisión - sentenció por último Hoseok y se marchó.

-Jimin - susurró el demonio una vez estuvieron solos.

- Quédate conmigo aquí - suplicó el ángel.

- Yo haría lo que sea por ti - sonrió él mientras se acercaba a besarlo.

Se fueron juntos al pueblo y se alojaron en una confortable posada bajo sus falsas identidades, ya en la intimidad de la habitación, ambos se recostaron y se abrazaron en silencio por varios minutos hasta que el demonio habló.

- ¿Qué planeas hacer Jimin? No puedes perder tus alas por esto -

Yo... -


Black and WhiteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora