Capítulos cortos para celebrar a nuestra pareja favorita: ¡SasuSaku!
Las historias contenidas en este libro son de mi completa autoría.
Naruto y sus personajes son propiedad de Masashi Kishimoto.
La ilustración de Sasuke y Sakura utilizada en la por...
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—No lo sé, Sasuke, Sakura parece una mujer exigente —opina Kiba con cierta duda en su voz.
—No me digas que crees en toda esa mierda que dicen sobre ella.
—En realidad no —le aclara rápidamente—. Pero ha salido con varios chicos y en cuestión de semanas dejan de estar juntos.
Es cierto. Hace aproximadamente tres semanas un rubio llamado Shii y Sakura rompieron, salieron por dos semanas y parecían contentos. Sasuke incluso llegó a escuchar en los entrenamientos al rubio, lucía molesto y ofendido por su ruptura, por el contrario, a Sakura parecía no haberle afectado ni un poco. El azabache logra entenderla, salieron por periodo de tiempo muy corto, no hay necesidad de provocar tanto escándalo.
—¿Ahora que planean?
Repentinamente escucha la voz de Naruto. Él los observa a ambos y después toma asiento en una de las sillas, quedando frente a Sasuke.
—¿Y bien?
Sasuke le lanza una patada a Kiba por debajo de la mesa, el castaño evita gritar, pero su rostro refleja dolor. Más le vale mantener la boca cerrada.
—Nada —responde Sasuke de manera cortante.
—Que novedad —dice al estar acostumbrado a sus cortas respuestas—. Como sea. Tengo que pedirte un favor, Sasuke.
—¿Qué clase de favor?
—En realidad es para Hinata.
El azabache levanta una de sus cejas al instante.
—¿Por qué diablos le haría un favor? Para eso te tiene a ti.
Naruto y Hinata tienen, según recuerda, ocho meses saliendo. Ella es una chica agradable, sin embargo no considera que sean tan amigos como para que le pida algo.
—Porque confía y pensó precisamente en ti.
El azabache está por protestar cuando el rubio coloca una de sus manos delante de su rostro.
—Tenemos que marcharnos juntos en cuanto termine su última clase. Ino y Sai también —para de hablar y lo observa.
—¿Entonces?
—Necesita que lleves a casa a Sakura, no quiere que se marche sola.
Sasuke lo observa en silencio y Naruto le sonríe ladinamente. El bastardo sabe sobre su interés sobre Sakura. Le está abriendo una brecha, pero al azabache le parece demasiado arriesgado.
—Diablos, Sasuke. Si él ya sabe, ¿por qué me pateaste? —cuestiona Kiba indignado.
—No lo hace por mí. Es porque tienes una gran bocota y alguien puede escucharte —dice el rubio y enseguida regresa su atención a Sasuke—. Es tu oportunidad, amigo.
***
Cinco minutos más y finalizará esa aburrida clase. Observa a la profesora Kurenai dar las últimas indicaciones para el trabajo que harán mañana y después apaga el proyector.
