Capítulo 22. Indispensable (RECTA FINAL)

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Narras tú.

Desperté cuando el avión aterrizó, James me ayudó con el equipaje de mano para luego bajar.

Al sentir la deliciosa brisa helada de la mañana mi piel se erizó y me sentí tan segura de estar lejos, lejisimos de la pesadilla en la que se había convertido mi vida.

Bajé con cuidado por las escaleras y caminé dirento en dirección a la puerta del aeropuerto dispuesta a sentirme en casa, relajada y fresca pero en cuanto entré a la construcción un montón de chicas y cámaras me atacaron.

James corrió a abrazarme y protegerme mientas que yo me mantenía con la cabeza baja ignorando las preguntas que lanzaban.

"¿Estás con Ashton?" "Dinos que se siente salir con una de las personas más famosas del planeta" "¿Continuan juntos?"

Al final vi como mis padres se posicionaron a mis costados y me condujeron por todo el aeropuerto hasta estar a salvo dentro del coche.

-¿Qué pasó? -Preguntó mi papá.

-Creo que las palabras sobran. -Respondí con una cara deprimida y agobiada.

-Escucha -Esta ves fue mi mamá la que habló -no sé como habrá terminado las cosas con ese chico tuyo pero será mejor que por el momento no te alejes de la casa porque vas a tener que lidiar con esto todos los días.

Era cierto, lo mejor en ese momento era mantener un bajo perfil.

El resto del viaje estubo callado porque ninguno se animó a preguntar nada sobre el viaje ni sobre... Ashton.

Al llegar a mi casa lo primero que hice fue ir a mi habitación y me puse a llorar al verme sola, derrotada y con aquellos muchos posters de los chicos que un día había amado, de ese Ashton que había querido en más de una forma, me acerqué a las paredes y arranqué las fotografías las cuales cayeron al suelo, las lágrimas no paraban de salir, de deslizarse por mi rostro y de esa manera demostrarme lo rota que estaba por dentro.

1 mes después...

Narra Ashton.

El olor a café comenzaba a desaparecer de aquella bandana, a ella le gustaba el café y al parecer siempre la llevaba al desayuno, cuanto la extrañaba, quería volvera a ver sus rostro, su sonrisa angelical, hundir mi rostro en su pelo y dormirme con el olor a shampoo de fresa pero por sobretodo, extrañaba sus labios chocar con los míos, tan dulces y deliciosos.

Dejé la bandana debajo de mi habitación, tomé mi chaqueta y fui directo a la casa de mi mamá.

Como todo domingo que me encontraba en la ciudad pasé la tarde con mi familia, un almuerzo íntimo y un partido de futbol con mi hermano y mi padrastro, pareciera la vida de en sueño, una familia feliz pero yo no me sentía de esa manera. Había pasado semanas mandando mensajes a _____ para disculparme, por facebook, indirectas por twitter y hasta dedicatorias en algunas entrevistas pero nada ¿Qué me hacía creer que me perdonaría? Nunca lo haría pero en mi corazón aún existía una mínima esperanza de que ella volviera a hablarme.

-¡Ashton cuidado! -Gritó Warwick antes de darme cuenta de que mi hermano estaba a un metro de mí y metió un gol.

Me agradaba ver a mi hermano feliz cuando jugabamos, recordaba cuando era más niño y se molestaba cuando no ganaba pero esta vez era yo el que no tenía buen humor, en cuanto mi hermano de tiró al suelo para festejar yo me saqué los guantes de arquería y los tiré al suelo, todos me observaron sorprendidos, nunca había hecho eso en mi vida, casi nunca perdía la pasiencia con mi hermanito pero esta vez era una escepción.

Solo una fan... (Ashton y tú)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora