¿Que pasó con Juan Reyes y Norma Elizondo luego del final de Pasión de Gavilanes?
En esta historia encontraras su vida a lo largo de los años disfrutando del amor, de la pasión, de la hermandad, del día a día y sobre todo de la felicidad al lado de...
—Papá, Mamá, despierten, despierten. Es hoy, es hoy. ¡¡¡Al fin llegó el día!!! Papá....
Juan sentía encima de él un peso extra que lo tomaba del rostro y con fuerza le levantaba los párpados para obligarlos a abrirse. Poco a poco fue tomando consciencia, después de espabilarse del letargo del sueño que lo envolvía y se dio cuenta que su pequeño Erick era quien insistentemente le pedía que despertara. Observó a su derecha donde se encontraba su mujer Norma la cual también estaba recibiendo el mismo método para despertar de parte de nuestro otro hijo León, el mellizo de Erick. Sonriendo, recordé que hoy era el cumpleaños número 7 de este par de canijos quienes desde hacía un par de semanas estaban más que ansiosos de que llegara esta fecha tan especial para ellos. No puedo creer lo rápido que ha pasado el tiempo pareciera que fue ayer cuando mi mujer y yo supimos que no sería uno, sino dos hijos al mismo tiempo.
—Erick, Hijo— le respondí mientras frotaba mis ojos —Son las 6:00 AM, ¿no te parece que es un poco pronto para despertar en domingo?
—No Papá, recuerda que hoy no es cualquier día. ¡Hoy es nuestro cumpleaños! — exclamó todo emocionado y extasiado haciéndome sonreír con ello —Además que, prometiste que León y yo montaríamos a Nerón— dijo mientras mostraba en su rostro una sonrisa pícara
—¡Sí, sí! Montar a Nerón— decía León emocionado mientras junto a su hermano se encargaban de brincar como locos en la cama.
Cierto. Les habíaprometido que al cumplir sus 7 años iban a poder montar a Nerón, el FrisónAzabache que se había convertido en mi amigo más fiel.
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—¡NO! — escuché decir a mi lado —No Juan— manifestó una Norma en tono de angustia —Nerón es un caballo muy grande y peligroso para que León y Erick lo monten. Pienso que no es prudente y apropiado aún mi amor - concluyó mirándome con esos ojos hermosos que desde la primera vez que los vi me habían cautivado.
—Tranquila Mujer. Tú sabes que nunca haría nada que los exponga. Pero debes entender que este par de canijos— comenté mientras sacudía sus cabezas —sacaron de mí la pasión por los animales y créeme, con Nerón se entienden a la perfección. — dije arqueando mi ceja derecha
—Sí mamá— respondió un León sonriente quien era abrazado y felicitado por su madre. —Nosotros ya somos lo suficientemente grandes para montar a Nerón
—Ah, ¿sí? — respondió Norma de forma divertida mientras le hacía cosquillas —Me imagino que como ya son lo suficientemente grandes como ustedes dicen iré a su recámara y encontraré sus camas arregladas ¿no? Porque si no es así olvídense de la idea de montar a.....
No terminaba ella de hablar cuando ese par de traviesos ya iban corriendo a su habitación a cumplir con su misión. Sonriente me acerqué dichoso a mi mujer abrazándola y dándole un sonoro beso.
