Fake

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Monet quedó deslumbrado, ¿y quién no?

Mi pequeña obra compite en belleza y realismo con sus más grandes pinturas...

Dejemos de lado el magnetismo que te atrae a la tan impresionante ciudad de París, la ciudad del amor, ya que hoy pongo en duda su esplendor al compararla con mi tan sincera sonrisa.

¿Qué tan real se ve?

Supongo que lo suficiente, pues Da Vinci insistió en ser su Mona Lisa moderna, para así inmortalizar las emociones tan positivas que esta refleja.

Si tan solo supiera...

Creo que el que más logró decifrarme fue Vincent Van Gogh, era su noche estrellada... encontró en mi a su musa, su luz, su pequeño astro.

Con tonos azules y amarillos, una pizca de locura, mucho sentimentalismo y algo de teatro, fue como la obra más impresionante en la historia del arte se creó... y la artista soy yo.

Puedo admirarla cada que quiero, pero estoy cansada...

¿Quién no lo estaría de verse a diario en el espejo bajo una fachada tan lamentable?

Esa sonrisa es falsa, señores...

casi tan falsa como yo.






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