Dulce Luna [XueXiao]

Solo Uno

Diez versos para abrazar la historia que ya fue.

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• Cantidad aprox de palabras: 200
• Tags adicionales: poema

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Diez fueron las heridas con las que yacía agonizante en el camino a merced de un destino caprichoso.

Nueve los mementos en sus manos que lloraban y vestían de luto cada día al pequeño hermano perdido.

Ocho crudos inviernos le enseñaron que la soledad de un corazón que alguna vez amó es más fría que la indiferencia de sombras que jamás tuvieron rostro.

Siete fue la edad cuando la inocencia se quebró, y la sentencia de los justos que habrían de pagar por pecadores quedó firmada en sangre.

Seis eran los palillos que compartían en la mesa humildes cenas sazonadas con amor; esas que calentaban el cuerpo cansado y reconfortaban lenta y silenciosamente un alma lastimada.

Cinco fueron las piezas de hierro demoníaco, su salvación y condena.

Cuatro los pecados de su lastimosa repugnancia: venganza, celos, morbo y miedo. (*)

Tres fueron los hermosos años de calma antes de la tormenta; estaciones con olor a hierbas y a una felicidad tan pura y frágil como la virtud humana.

Dos fueron los preciados cristales del ángel que, aun bañados en sangre, no bastaron para remendar el dolor de una amistad rota.

Uno era el dulce querer que se manifestaba tímidamente envuelto en ropas de papel.
Una la mano que se negó a dejarlo ir así fuera despojada de su propio cuerpo.
Una la cognición espiritual que nunca debió apartarse de su corazón.
Uno fue el corte que transformó el blanco en escarlata.
Uno fue el segundo en el que todo terminó.
Uno fue el amor que no pudo ser.

FIN

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(*) La masacre del clan Chang, la destrucción del templo Baixue, el asesinato de los aldeanos y la muerte de Song Lan, respectivamente.