Una mirada al pasado {Parte 4}

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¿Que podía decir? El chico era demasiado lindo. Ojos verdes, rubio y alto. En otras palabras, era el estereotipo de chico perfecto. La mayoría de las veces nunca me interesan este tipo de chicos, pero no estaba mal probar algo nuevo de vez en cuando.

-La verdad es que eres mas hermosa de lo que imaginé.-Dijo dedicándome una sonrisa
Hice una expresión de sorpresa, seguía sin poder decir nada, así que le correspondí la sonrisa.

-Eres algo tímida, ¿cierto?
Solo asentí con la cabeza.
-Me gustan las tímidas, ¿sabes?
-No... No lo creo-Dije al fin.
-Al menos no te comió la lengua el gato, me estabas preocupando. Estoy ansioso ¿sabes?.-Dijo soltando una pequeña risa
-No pasa de que mi frente empiece a sudar, empiece a tartamudear, y hable mucho. Porque ¿sabes? Eso de ser tímida, se me da mucho y bueno.... Estoy hablando mucho ¿cierto? Lo siento. ¿Ansioso porque?
-Así esta bien. Así no habrá momentos incomodos. Me interesa saber mucho tu nombre.
-Buen punto. Brooke, genial nombre para alguien así de tímida. ¿Y el tuyo es?
-Spencer. Hermoso nombre para alguien que se le da momentos perfectos.
-¿Momentos perfectos?-Dije alzando una ceja.
-La verdad, te vi sentada el otro día, en un árbol, el sol apuntaba a tu cara y pude ver tus hermosos ojos color miel, tu pelo marrón se veía increíble , era algo así un momento de película.
-Mmm, me lo han dicho muy a menudo. Eso de los momentos de película se me da.
-¿Enserio?-Dijo riendo
-No, ¿cómo crees? A penas si unas cuantas personas me conocen. Mi vida social, esta por los suelos, solo tengo un amigo, y es hombre.
-¿Y es celoso?
-¿Que? No, bueno, a veces. Pero se sabe medir-Dije riéndome.

Platicamos por horas, bailamos un rato, hasta que vi que ya era algo tarde. Intercambiamos números y nos despedimos.
Stephan me llevo a casa, solo llegue y me aventé hacia mi cama. Mire el techo por unos cuantos segundos, sonreí, hace tiempo que no sonreía y me sentía de esta manera, estaba... Feliz.

A la mañana siguiente, los gritos de mis padres discutiendo me despertaron, me puse mis dos almohadas en mis oídos pero no fue suficiente. Baje las escaleras, y puede observar como mi madre lloraba, no sabia que hacer, solo me quede ahí perpleja. Pocas veces he visto llorar a mi madre, ya que ella solo llora cuando sucede algo grave.

-Brooke, vete a tu habitación.-Dijo mi padre
-¿Le quieres ocultar la verdad a tu hija? ¿Enserio Frederick?-Dijo mi madre

Yo seguía sin saber que hacer o decir, así que opte por salir corriendo de la casa. Seguí corriendo sin mirar atrás, hasta que pare en una banca de un parque, alce mi mirada y pude observar a unos cuantos niños jugar, parejas felices, un cielo azul perfecto; odiaba saber mi realidad. Mi realidad era que mi vida era una mierda. Cada mañana amanezco implorando por que mis padres no discutan, salir de esta ciudad, todo aquí es... Tan difícil, me es imposible respirar ya. Mis problemas viven aquí, conmigo.

Regrese a casa, cansada, con ganas de ir a mi cuarto y no salir nunca. Me percate que no había rastro de nadie, así que me tire sobre mi cama y me quede dormida unas cuantas horas hasta que me percate que tenía 5 llamadas de Spencer. Automáticamente se formo una gran sonrisa en mi rostro.

Mi rompecorazones favoritoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora