Una mirada al pasado {Parte 2}

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Llegue a casa muerta, no soportaba mis pies y mis ojos pedían cerrarse. Me aventé a mi cama y me quede dormida un rato.

Mi madre llego a levantarme para avisarme que la comida ya estaba hecha, yo solo asentí con la cabeza. Mi celular sonó, era un mensaje de Stephan:
"¿Quién era aquel chico?"
Puse mis ojos en blanco y es que en realidad yo también me hacía esa misma pregunta, opté por no tomarle importancia y decidí no contestarle a Stepah.

Bajé las escaleras lo más rápido posible, mi estomago pedía a gritos comida. Me senté y vi que uno de los 3 lugares en la mesa  estaba vacío, era el de papá. Mi apetito se fue debilitando, desde hace 3 meses que papá rara vez viene a comer, en fin, no le di importancia, agarre el rendir y con el pinché un pedazo de lechuga.

-¿Como te fue en el colegio, Brooke?-Dijo mi madre tratando de sentarse
-Bien, supongo
-¿Que tienes?
-Nada, ¿sabes? Prefiero comer en mi recamara, no me siento cómoda aquí
-¡Nunca te sientes cómoda, carajo! ¡¿Que tienes!? ¿Es por tu padre? Dímelo, de dos años para acá has cambiado demasiado y mas conmigo-Dijo dandole un golpe a la mesa
-Hay algo que se llama "madurar", infórmate.-Dije y tomé mi plato para llevarlo a mi recamara

Ya estaba acostumbrada a discutir con mi madre, ya era algo que me daba igual. Abrí mi computadora y empecé a hacer tarea mientras comía. Terminé y opté por abrir una página de viajes, un nudo en la garganta se apoderó de mi, quería salir de aquí, Nueva York es una mierda, no sé como a la gente le emociona la idea de venir a aquí, quizá por la ropa o no sé.

Tenía tantas ganas de comprar un boleto y salir lo más rápido posible de aquí.... Pero la realidad no era esa.

Eran las 10 pm, mis ojos y mi cuerpo pedían a gritos que fuera directo a la cama, pero yo opte por esperar a mi padre, necesitaba saber que él estaba bien. Había veces en las que me atormentaba la idea de saber que el no llegaba. Tenía que saber que papá estaba bien, así que decidí marcarle a su celular. 5 intentos y nada.... Estaba asustada, su trabajo no era fácil y a veces te la tenias que jugar, el había hecho ya muchos sacrificios.

Me puse mi chaqueta y cogí las llaves del auto, al momento de abrir la puerta, ahí estaba él, mi padre vivo y sano, un gran alivio se apoderó de mi cuerpo.

-¿A donde ibas, Brooke?-Dijo mi padre dejando sus cosas
-Eh... Bueno, iba a caminar-Dije algo nervioso
-¿Y porque llevabas las llaves del auto?
-¿Tu que te crees? ¿Policía o investigador?
-Bien, ve a dormir-Dijo depositandome un pequeño beso en la frente

Y así lo hice, fui directo a la cama.

La alarma de mi celular empezó a sonar, mis ojos seguían cerrados pero no podía faltar, hoy empezaría mis tutorías y eso me agradaba debido al hecho de que me iría de aquí. Sigo pensando lo mismo de Nueva York, una mierda de ciudad.

Literatura. Una de las clases que más amo, no soy muy fan de leer o escribir, pero el simple hecho de despejar mi mente un rato, me agradaba. Esta vez la maestra Dolson decidió dar la clase afuera. Agarré el primer libro que me pareció interesante y empece a leer, comí una manzana debido a que el hambre me invadía.

-¡Hey! Brooke-Dijo Marcus, el capitán de el equipo de Soccer. Debido a lo sorprendida que estaba por que el me hablara ninguna palabra salió de mi boca. Solo trague mi bocado de manzana.
-¿Te ha comido la lengua el gato? Espero que no, lo que vengo a decirte es importante.
-Eh... ¿Que sucede?
-Este Sábado habrá una gran fiesta, en mi casa, uno de mis amigos me ha dicho que te invitara.
-¿Quién?
-Si lo quieres descubrir, tendrás que venir
-Pero no se donde vives
-Apuesto a que tu amigo Stephan sabe-Dijo mientras se dirigía a su grupo de amigos.
¿Stephan? ¿Porque el sabría donde vive Marcus? Bien, digamos que rara vez alguien nota nuestra presencia en el colegio. Decidí mandarle un mensaje a su celular:

"Nos vemos a la hora del descanso, necesito explicaciones."

La campaña sonó anunciando la hora del descanso. Decidí ir a la cafetería por un refresco, en el camino un chico con lentes me dio una nota, la tomé y decidí leerla:

"Sonará estupido, pero desde que te vi no he podido dejar de pensar en ti, creo que eso rimó. Por favor, ve a la fiesta"

En mi vida alguien me había dicho algo así, creo que lo más dulce que he podido escuchar de mi es "Mira cuanto has crecido". Quería pedirle al chico quien me había enviado esto, pero cuando vi el ya no estaba.

Salí un rato al jardín, y vi a Stepah sentando en nuestro árbol. Fui hacia él y me senté a un lado suyo y dije:
-¿Como es que sabes la dirección de Marcus?
-¿Que Marcus?-Dijo haciendo cara de confusión
-No te hagas, dime.
-Hace como dos años, cuando entramos a la preparatoria, el y yo nos hicimos muy amigos, éramos inseparables. Iba a su casa y cosas por el estilo, he ahí tu respuesta.
-¿Y luego?
-Apareció Kate Brown. A el le gusto al igual que a mi. Tuvimos una fuerte discusión y fin.
-¿Una amistad se fue a la mierda por una chica sin una neurona?
-¡Hey! No digas eso. Pero en pocas palabras si.
-Fantástico. ¿Sabes? Me agrada la idea de no ser un hombre.
-¿Por qué?
-Así no pelearíamos por alguien-Dije dandole un pequeño golpe en el brazo
-Te quiero Brooke. No se que haría sin ti, mi pequeña.
-¡Hey! Deja de agredir a mi estatura-Dije soltando una pequeña risa.

Mi rompecorazones favoritoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora