Una ultima mirada

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Mis ojos no podían creer lo que estaba sucediendo, me pellizque al menos 3 veces para comprobar que esto no era un sueño. Para mi mala suerte, esto estaba pasando, aquel chico que me había tirado y tratado de ligar estaba ahí, justo a unos 3 metros de mi. Sus ojos color negro apuntaban hacia mi, su mirada me ponía la piel chinita. Solo me levanté y camine a un paso acelerado.

-¿Y tu que te crees?-Me gritó
Yo solo seguí mi camino, no estaba precisamente de un buen humor. Oí los pasos de alguien detrás de mi, quería gritar pero no le encontraba algún sentido.
-Oye, ¿qué no te ha dicho tu madre que es de mala educación dejar hablando a alguien solo?-Me dijo poniéndose enfrente mío.
-Yo no tengo nada que hablar contigo.-Dije algo alterada
-¿Y qué tengo que hacer para tener el privilegio de hablar contigo?-Dijo burlándose.
-Nada. Pero es mejor que salgas de mi camino, si es posible de mi vida.
-Pero venga, es la primera vez que hablamos sin que ninguno de nosotros dos salga herido-Dijo con una sonrisa en su rostro
Solté una pequeña risa. Por alguna razón su presencia me hacia bien.
-Eso. Mi objetivo está cumplido.
-¿Que objetivo?-Dije confundida
-Que sonrías. Te he visto estos días, incluso el otro día en el parque. No parecías muy feliz. He oído de fuentes muy seguras que no estas pasando un buen momento.
Me sorprendí, él tenía razón, ahora no era un buen momento. Recordé la situación de mi padre y unas cuantas lagrimas rozaron mis mejillas. Inmediatamente el saco un pañuelo y las limpio.
-Ten, lo necesitas mas que yo.-Me entrego el pañuelo, era color vino, tenía dos iniciales iniciales en el, una W y una D.
-Gracias-Dije bajando la mirada.
-Vamos, te llevo a casa-Dijo agarrando mi mano.

Fuimos al estacionamiento, y paramos frente a un Jetta negro 2008, muy lindo. Le dije la dirección y no volví a decir ninguna palabra en el camino. Baje el vidrio y conforme el subía la velocidad, podía disfrutar mejor el viento, cerré los ojos y traté de olvidarme de todo por un momento. Aquel momento era perfecto. Voltee a verlo, mi estomago se encogió, sus ojos eran perfectos, al igual que su tez blanca, su cabello obscuro, aquella chaqueta de piel le sentaba muy bien, combinaba con sus ojos. Pude descubrir que solo aparentaba ser un chico malo, pero la realidad era otra, detrás de todo eso había un chico dulce y demasiado seductor.

Subí el vidrio al ver que habíamos llegado, mi cabello era un desastre, así que solo lo até. El me miro y sonrío, yo hice lo mismo. ¿Que me estaba pasando? Quería descubrirlo.
-Lo que sea que te este pasando, quiero que sepas que todo estará bien.
-Lo dudo demasiado.-Dije bajando la mirada.
El solo me abrazó y me susurro al oído "Protegerte. Es lo que haré de ahora en adelante."
Me quite de inmediato.
-¿Que has dicho?
-Que te protegeré, seguro que lo necesitas. Ahora baja del coche. Tengo cosas que hacer.
Baje de inmediato y solo pude observar como se iba, esta confundida, esa era la verdad. Di media vuelta para entrar a la casa, busque en mi bolso las llaves pero no estaban, vacié mi bolso cuando escuche un coche.
-Creo que estas son tuyas-Dijo sacando la llave de su chaqueta
-¿Te has vuelto loco?-Dije enojada y arrugando la nariz
-No, pero si crees que esta es la parte en la que digo que estoy loco por ti, te equivocas.
Solo vire los ojos y me dirigí hacia el para tomar las llaves. Tan pronto como pude las agarre, al momento de hacerlo el tomo mi mano y me acerco a el. Y me susurro al oído: Pierdo la cabeza cuando estoy contigo, pero no me gusta decirlo o demostrarlo. Mi nombre es Ethan.
Me aparte de el y me fui directo a mi casa.

Me tire sobre mi cama, estaba demasiado confundida, no era el mejor momento para pensar en el amor. De una cosa estaba segura, y es que ese chico provocaba algo muy fuerte en mi.

Mi rompecorazones favoritoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora