Rose dress #MLB #Adrienette +18

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— Entonces... bueno... padre está un poco... aprehensivo con todo este asunto.

— ¿Aprensivo? ¿ Es un modo educado de decir que es un idiota?

Adrien fulminó a Plagg con la mirada, el kwami aprovechando el hecho de que la cámara y el micrófono del celular no podían captarlo para interrumpirlo mientras su portador hacía facetime con Marinette.

La chica del otro lado de la línea se movía hábilmente de un lado al otro de la cocina de la panadería; el celular cerca de su rostro vibraba con el movimiento que hacía con cada acción. Marinette veía hacia su lado izquierdo varias veces entre tomas y se quedaba en silencio un par de segundos, dándole la pista a Plagg de que Tikki estaba con ella.

— ¿Está muy molesto contigo? ¿Estás en problemas? —Marinette, dulce Marinette de buen corazón miró directo a la cámara, con las cejas pintadas de harina curvadas con preocupación. El sólo verla hacía que el corazón de Adrien doliera.

— Él está... preocupado. Tal vez más preocupado que molesto. Cree que es peligroso verte ahora. Cree que pueden relacionarte con Chat Noir y usarte en su contra.

— Bueno... en algunas partes de eso tiene razón.

El chico se pasó las manos por la cara y el cabello, tomándose su tiempo para lo que tenía que decirle a Marinette y evitando del todo ver sus ojitos de cachorro triste. Claro, tendría que buscar una mejor manera de darle las malas noticias que el modo de su padre.

Adrien jamás le daría a Marinette los detalles de la conversación que acababa de tener con su Gabriel. Porque su padre podía ser mezquino cuando se lo proponía, y las cosas que sugirió sobre Marinette eran cosas que Adrien no podía decir frente a ella en voz alta. Gabriel la trató como menos que nada durante la última hora, dejando claro que Adrien Agreste no debía ser visto compartiendo las "atenciones" de ninguna chica, ni siquiera con el mismísimo super héroe de París.

En realidad no pareció preocupado por su seguridad o la de Marinette. Era más un asunto de mantener la imagen de hombre inalcanzable de Adrien lo que le preocupaba.

La marca ante todo.

Claro que el público no sabía lo poco hombre que Adrien se sentía cada vez que pensaba siquiera en salir de la mansión y tenía que negociar con su padre durante horas, terminando en incontable tiempo de trabajo extra para él. Las personas que lo admiraban no sabían que detrás de las miradas sugerentes y el andar de pasarela había un chico asustado, reprimido y sumiso que su padre tenía atado con cuerdas de oro.

— Entonces... bueno... Tal vez no podamos vernos mucho en un tiempo.

— Eso es... terrible — Marinette se desplomó sobre la silla frente al celular, con los ojos brillantes de lágrimas no derramadas — ¿Te refieres a...solos los dos? ¿O con todo el grupo?

Adrien se desplomó igual que ella al recordar todo lo que se perdería la próxima semana; con su antiguo grupo de secundaria reuniéndose para ir a la pista de patinar, comer, ir por helado y salir de bar. La semana de cumpleaños de Nino no sería la misma sin su mejor amigo a su lado.

—Estoy en arresto domiciliario hasta nuevo aviso. Incluso tendré problemas para salir si aparece un akuma — Lo último lo dijo bajito, acercando los labios a la bocina del teléfono — Lo siento princesa yo... en verdad lo siento.

—Está bien — dijo ella tratando de enviarle una sonrisa tranquilizadora que ocultaba lo que en realidad quería decir.