Capítulo 11

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Salió de su habitación, dirigiéndose a la cocina para desayunar. Felizmente todo había salido bien, la policía llegó pero se mantuvo tranquila y luego de un par de horas, la protesta acabó, no sin antes recalcar que volverían hasta que Heo Corporation dejase el proyecto. Junto a Seungsik se encargaron de ver las noticias y monitorear a los chicos, mientras que Subin "distraía" y aseguraba su coartada con Chan.

— Buenos días Woonie.

— Buenos días — bostezó y se sirvió una taza de café, Dowoon y Hanse habían preparado panqueques y se le hizo agua la boca. Sus amigos, Dowoon y Hanse... Dowoon, Hanse.... Do... Entonces reaccionó. — ¡¿Qué mierda hacen en mi casa?!

— Desayunando, duh...

— ¿Quieres?

— ¡Subin! ¿Por qué los dejaste entrar?

— Bin sigue dormido — respondió Hanse.

— Entonces quién....

— Sacamos una copia de tu llave — dejó salir un gruñido y se dirigió al sofá, mientras más lejos estuviera de ese par, mejor.

— Woo, deja de gritar — Bin salió de su habitación con el cabello desordenado y un gran puchero en el rostro. — Necesito descansar.

— ¿Quieres panqueques? — al ver a los intrusos, el menor sonrió y se acercó a la mesa.

— ¿Buscaron información? — el rubio asintió.

— Parece que Heo Wong Hae está fichado.

— ¿Qué hizo?

— Hace 12 años se vio envuelto en un problema, en esa época tenía unas cuantas empresas textiles ubicadas a las afueras de la ciudad — Dowoon encendió su computador y le enseñó algunas fotografías antiguas. — Una de ellas muy cercana a un pequeño pueblo dedicado a la agricultura. Las demandas de los pobladores surgieron a raíz de que algunas de las plantas que cultivaban comenzaron a tener un extraño color.

— Ese imbécil— gruñó Bin.

— Heo no la tuvo tan fácil, los pobladores no tardaron en atar cabos y comenzaron las denuncias, luego de una pequeña investigación se supo que la fábrica de Heo arrojaba sus aguas residuales al río, el cual estaba conectado con una red de agua subterránea, llegando a los cultivos.

— El caso sonó durante un par semana — añadió Hanse. — Pero al parecer llegaron a un acuerdo con el pueblo, misteriosamente la prensa dejó de hablar del tema y ese incidente quedó enterrado bajo tierra. No tienes idea de cuán difícil fue conseguir los artículos relacionados con el incidente.

— ¿Esa fábrica sigue funcionando? No recuerdo haber escuchado el nombre de Heo relacionado a ello.

— 2 años después del incidente, decidió dejar la industria textil y dedicarse a ejecutar proyectos construcción.

— Se lo dije, no me creía su estúpida fachada de "Quieren ser amigables con el medio ambiente" pero papá es tan estúpido que no investigó a su nuevo socio — estaba 100% seguro que su progenitor no tenía idea del pasado de Heo, después de todo, era muy confiado, siempre buscando lo bueno en las personas. Si no lograba detener dicho proyecto, el apellido Jung se vería manchado y no iba a permitirlo. Tenía sangre Jung en sus venas.

— ¿Crees que te haga caso si le muestras la evidencia? — indagó el rubio.

— No es suficiente, pasó hace muchos años, necesitamos encontrar algo reciente y de preferencia, que esté relacionado con el proyecto del centro comercial.

— Seguiremos investigando, pero no creo que sea fácil, el maldito Heo es muy precavido y como aún no se ha comenzado a construir, todo debe estar bajo siete llaves.

— Busquen algo más, no importa si el incidente fue pequeño, yo me encargo de conseguir los papeles del centro comercial.

...



— Chan...

— ¿Qué?

— Cuéntame más sobre ti — estaban almorzando en uno de los lugares favoritos del menor — Siento que casi no te conozco. Seamos honestos, de lo único que hablamos es... sobre mí.

— Me gusta escucharte hablar, tienes una vida increíble — alzó las comisuras en una sonrisa relajada. — A comparación tuya, mi vida es monótona.

— ¡Pero quiero saber! ¿Qué clase de novio no conoce lo básico de su pareja?

— Bien, pregunta todo lo que quieras, siempre y cuando volvamos a este lugar ¡Esto está delicioso!

No esperó que el gigante accediera tan rápido, tragó saliva y preguntó lo primero que se le ocurrió.

— ¿Color favorito? — tonto, mil veces tonto. Era la pregunta más básica y estúpida del mundo. — Olvídalo...

— Negro, amo el negro — el bajito encarnó una ceja. — Sé que es aburrido, pero veo el negro como un color elegante que puede significar muchas cosas. ¿El tuyo?

— Lo creas o no, también es el negro — hizo una pausa, iría de frente al punto. — ¿Por qué te decidiste por leyes?

— Me atrapaste, no me juzgues pero lo hice por mi padre. Me convenció que la escuela de leyes era la mejor opción para mí, tenía todas la cualidades de un buen abogado y mi trabajo futuro estaba asegurado en su compañía. Cuando entré aún no estaba seguro, pero con el tiempo me hice la idea y me llegó a gustar, sé que voy a ser uno de los mejores abogados de Corea... espero.

— ¿Qué querías ser?

— Amo la música, anhelaba postular a una beca para un conservatorio de música.

— ¡Claro! Tienes un guitarra en tu habitación.

— No solo eso, el resto de instrumentos están en la habitación contigua, tengo un piano, batería, un bajo y una guitarra eléctrica ¡Aprendí a tocar yo solito!

— ¿No te gustaría estudiar música? Es decir, sé que ahora estas feliz con leyes y toda esa mi... mundo, pero si se diera la oportunidad.

— Es un poco tarde para mí, tengo que acabar mi carrera y comenzar a trabajar. No creo poder tener tiempo para la música. No lo malinterpretes, aún la disfruto pero a modo de hobbie — tomó la mano del menor y sonrió. — No todos tienen la suerte de seguir su pasión, es por ello que te admiro.

— Tú podrías hacerlo, postula a una maldita beca y al diablo las leyes. ¿No lo ves? Tu padre solo quiere que seas el abogado de Heo Corporation.

— Lo sé; sin embargo, también sé que quiere lo mejor para mí — se acercó a Bin. — Te contaré un secreto, me encantaría ser una abogado penalista. Defender siempre a los inocentes y enviar a la cárcel a quienes lo merecen, es como ser un puto policía.... Claro que sin demasiada acción. Sé que es muy probable que tampoco logre ser ese tipo de abogado, pero no es malo soñar.

— Si hay algo que logré apender, es que nunca renuncies a tus sueños, nadie sabe lo que pasará en un futuro. Puede que logres ser un reconocido músico o el mejor abogado penalista, no hagas lo que tu padre quiere, hazlo por ti.

Juntaron sus labios en un pequeño beso y terminaron de comer entre otras preguntas tontas. Chan no había parado de sonreír, lástima que a Subin no le tomó ni dos segundos saber que era falsa.

La única ocasión en donde los ojos del gigante brillaron fue cuando habló acerca de la música, tuvo que contenerse para no escupir todo lo que pensaba del padre de Chan. No sólo era una sabandija que atentaba contra la naturaleza, también utilizaba a su hijo para poder reformarlo y que cubra toda su mierda, sin importarle destruir sus sueños.

Por otro lado, el hijo de Heo se había ganado su respeto con la última confesión, el chico tenía bien en claro la diferencia entre el bien y el mal. No se iba a dejar corromper por su padre. Bastaba con probarle a Chan quién era en realidad el hombre al cual llamaba "papá" y el chico lo ayudaría sin pensarlo. Odiaba admitirlo, pero Woo tenía razón, su novio era una increíble persona y reconocer ello hizo que un sentimiento de culpa comenzara a alojarse en su ser.

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❝ Disonancia ❞ ~ ChanBinDonde viven las historias. Descúbrelo ahora