— ¿Estás seguro que podemos hacer esto?
— Por milésima vez, estoy 100% seguro — se inclinó hacia el oído de Seungsik — Ahora termina de hacerlo — dijo casi gritando en lugar de susurrar.
El chico suspiró y con un gran puchero presionó unas teclas más en el computador, desactivando las cámaras de seguridad. Subin le dio un sonoro beso en la nuca, forzó la entrada trasera y ambos se adentraron a la mansión de los Jung.
— No entiendo porque me pides hacer esto, es tu casa. Pudiste utilizar tus llaves.
— Si se enteran que vine, estoy muerto. Además, hacerlo de esta manera es mucho más divertido — guiñó y se colocó una mascarilla negra. — Ahora, vas a ir a mi habitación a sacar algunas cosas mientras yo visito el despacho del señor Jung.
— Para que sepas, si nos atrapan, diré que me obligaste — refunfuñando desapareció entre los pasillos y Subin se encaminó con paso firme hacia el despacho de su padre.
Estuvo tonteando con Chan mucho tiempo, era hora de ponerse a trabajar. Debía encontrar información básica acerca del proyecto, algunos contratos para poder tener una serie de nombres destinados a ser investigados.
— Bingo — agradecía que su padre aún fuera de la vieja escuela, amaba guardar copias y copias de documentos en físico a pesar que trató de convencerlo incontables veces de disminuir su uso de papel, se acomodó en el gran sillón y comenzó a revisar cada documento.
— ¡Cariño! ¿Estás en casa?
— Mierda — masculló, con rapidez tomó fotos a las copias y las volvió a colocar en su lugar tratando de ser lo más silencioso posible. Cerró la puerta del despacho y sacó a relucir sus dotes de ninja para rescatar a Seungsik y largarse del lugar.
Al momento de entrar a la habitación no esperó encontrarse con aquella escena. El idiota que Seungsik tenía una gran bolsa de tela amarrada a su espalda mientras que ataba las sábanas de la cama con torpeza.
— ¡Me asustaste! — exclamó en voz baja.
— ¿Se puede saber qué rayos estás haciendo?
— Oí la voz de una mujer ¡Dijiste que la casa estaba vacía! — le lanzó una sábana. — Apúrate y átala al extremo de la otra, saldremos por la ventana.
El dueño de la habitación cogió dos de las sábanas ya atadas y con un tirón las deshizo sin problema.
— Si quieres romperte algún hueso, genial. Voy a tomar el camino más fácil y seguro — acentuó la última palabra. — ¿Vienes?
Su madre solía ser muy predecible y a pesar de tener una enorme casa, se limitaba a pasar tiempo en ciertas habitaciones.
Sin embargo el paranoico Sik lo tenía hastiado con sus "Y si nos descubren", "Y si llama a la policia", "Y si tiene una pistola eléctrica", "Y si...." . Logró contenerse para no golpearlo y salieron del lugar sin problema alguno, corrieron hacia sus bicicletas - estratégicamente ocultas detrás de unos arbustos y condujeron hacia el apartamento de Woo.
— Más vale que corras porque voy a asesinarte — Seungsik tragó saliva y tomó una almohada para protegerse.
— Me...merezco saber la razón.
— Te dije "Sikie, saca las cosas importantes de mi habitación, están a simple vista" ¿Y qué rayos traes? — le lanzó uno de los objetos, pero este impactó en la almohada/escudo. — ¡Todos mis putos libros!
— ¡Estaban a la vista! Y considero que los libros son objetos valiosos — infló los mofletes. — ¿Qué se supone que debía guardar?
— Todo lo que estaba en el escritorio, allí tenía mi colección de plantas y mi fotografía autografiada con Leo — Seungsik puso un cara de póker y le lanzó la almohada .— ¡Yah! ¿Quieres morir?
— Atrévete y verás — Subin iba a agregar algo, pero al ver aquella mirada, decidió que era mejor callar. — Ahora dime cómo va lo de Woo.
— Supe que fuiste a almorzar con Seungwoo, probablemente te lo vuelva a pedir. Después de todo Krystal es una perra que solo va a los restaurante finos que Woo odia y cuando está conmigo no puede comer carne — el chico sonrió y Bin comenzó a sospechar que su amigo era bipolar.
Seungsik se lanzó a la cama y encendió el televisor, ignorando la mirada de Subin. Al parecer Sikie estaba un poco chiflado, pero qué podía hacer, había escuchado que el amor lleva a la locura. Felizmente era Woo quien iba a tener que lidiar con el pequeño Sik o mejor dicho, SatanSik.
...
Su teléfono sonó en medio del silencio y Bin se apresuró a contestar, no sólo por la persona que lo llamaba, sino también porque Seungsik estaba durmiendo y no quería despertarlo, quién sabe y activaba a SatanSik . Salió de la habitación para poder hablar con mayor libertad.
— Bin, haz un espacio libre en tu agenda, mañana saldremos — su voz sonaba emocionada y Bin rodó los ojos.
— ¿A dónde iremos? — respondió fingiendo entusiasmo.
— Es sorpresa, me he dado cuenta que hasta ahora sólo hemos hecho cosas que a ti te gustan, es momento que hagamos algo Chanieloso.
Oh no, el gigante no había dicho eso. Golpeó su frente con la palma y mordió su lengua para no decir nada hiriente. Si ibas a hacer combinaciones extrañas con tu nombre, no podían ser ridículas. Por ejemplo, "SatanSik" era una genialidad, "Chanieloso" daba pena. Cuando el mayor comenzó a reír no tuvo opción y le siguió el juego.
— Okay, haremos algo... Chanieloso — escupió con dificultad. — Pero luego regresamos a mi apartamento, Seungwoo irá a una fiesta con Krystal y... no volverá hasta tarde.
— ¿Qué estás sugiriendo Bin? — debía admitir que el tono utilizado por Chan era sexy, de por sí su voz era atractiva, pero no se comparaba con lo que acababa de escuchar.
— Supongo que lo descubrirás pronto — respondió juguetonamente. — ¿No puedes venir ahora?
— Estoy en medio de una reunión familiar, me escapé al baño para hablar contigo. Estoy muriendo de aburrimiento.
— Mmmh... Puedes saltar por la ventana y venir, estoy solo — exceptuando a Seungsik, pero ya vería la forma de deshacerse del muchacho. — Y estoy seguro que no te vas a aburrir, podemos hacer cosas muy interesantes.
— Mamá me mataría — hizo una mueca de desagrado. — Tengo una idea, sonará algo loco pero dime qué es lo que harías si estuviese contigo, ya sabes solo los dos.
— Heo Chan, nunca pensé que fueras de ese tipo — mordió su labio inferior, el tipo le desagradaba pero su voz era endemoniadamente sexy y no iba a negarlo, tenía necesidades. — Pero si estuvieras aquí ya estaríamos besándonos al estilo francés en mi habitación, tu encima mío mientras me quitas la...
— ¡Ugh! — se sobresaltó por aquel grito. — ¡¿Estás teniendo sexo telefónico con Chan?!
Subin volteó a encarar a Seungsik quién tenía los ojos más abiertos de lo normal; como si eso fuera posible.
Alejó el teléfono de su oído y abrió la boca imitando a un pez, tratando de excusarse.
— Oh cielos, esto es nuevo — giró hacia el otro lado y se encontró con Woo sosteniendo una caja. — Uhm... Traje pastel de almendras... con chispas de chocolate.
— Te llamo después — cortó la llamada telefónica sin prestarle atención a los lloriqueos del gigante y fue al baño a mojar su rostro. Tal vez con ello el color carmesí de sus mejillas desaparecería.
— Creo que mejor me voy — dijo Seungsik aún incómodo por la situación, pero Seungwoo fue más rápido y lo detuvo.
— ¿Quieres pastel? — el azabache negó, a lo que Seungwoo respondió con una mirada de cachorro. — No me dejes a solas con él — suplicó. Logrando que Sik se resignara y asintiera.
Se dirigieron hacia el comedor, donde minutos después un Subin callado se les unió y los tres terminaron sentados en el sofá comiendo pastel de almendras con chispas de chocolate en completo silencio.
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❝ Disonancia ❞ ~ ChanBin
FanfictionSubin es un estudiante de ciencias ambientales y conocido como activista ambiental, ha pasado toda su adolescencia luchando por el planeta.Ha sido premiado, arrestado e incluso recibido amenazas de muerte, pero su amor por la naturaleza puede más. ...