Marvel One Shots (🔞)

Kill her

Cuba, Natasha Romanoff.

-de vacaciones por centroamérica, cargando un bolso sospechoso del cual no quieres decirme lo que contiene, eso no me hace confiar en tí Coral.

-¿Fury te envió hasta aquí, no? ¿qué dijo? ¿puedo contarte?-

-charlé con Fury y me dijo que cerraras la boca pero, recuerda que esa pregunta no te la hizo Black Widow, te la hizo Natasha Romanoff.

-puedes acompañarme a mi destino, iré por información a un punto de encuentro aquí cerca y verás el intercambio, ese bolso de ahí tiene dinero, no hay nada interesante por saber.

-vaya... creí que serias mas terca para contarme.

-no lo soy, simplemente quiero olvidar por un rato que esto es una misión.

-tu cara me lo confirmó, esta misión es bastante simple, no entiendo para qué me pidió Fury que te vigile.

-es la última que me asignaron, todo debe salir bien, ¿no?-

-¿última? ¿te irás de S.H.I.E.L.D.?-

-para siempre.

-¿por qué?-

-soy un peligro para la organización, soy sobrina de un importante criminal que no se lleva muy bien con Fury que digamos, si me hayan trabajando para él comenzará una guerra gigantezca.

-cierto, eres latina... ¿de qué país exactamente?-

Sonreí ante su pregunta y ella abrió los ojos mas que de costumbre con asombro.

[...]

Anochesió, a la mañana siguiente debía llevar el dinero pero antes de eso, quería disfrutar de mi última noche con ella.

-¿en qué tanto piensas?-

-en lo hermosa que eres.

-payasa-susurró riendo.

-Nat.

-¿mmh?-

-si esta fuese nuestra última noche juntas en una cama ¿qué harías?-

-mmm ¿que no te haría?-pregunta volteando su cuerpo por completo en la cama hacia mi-de todo sin dudarlo.

-es bueno saberlo, porque en estos momentos quiero hacerlo como si no existiera un mañana.

Ella sonrió afilando la mirada, viendo mi expresión insinuosa iluminada por la luz tenue que opacan las cortinas de la ventana.

Sin decir más, nos empezamos a besar suave y tiernamente, esa cara de angel en ese cuerpo de diabla me mata. No pude resistirme más y acaricié su cintura, entrecrucé nuestras piernas, su piel tan suave al tacto me pone a mil.

Me dejó abajo, de a poco empezó a desnudar su torso y el mio. Por mas linda y tierna que se vea, de las dos siempre fue la dominante, a ella le encanta tenerme presa. Nos quitó todo lo que nos quedaba para empezar a menearse frotando su vagina con la mia, haciendo una mezcla del caluroso fluido que se formaba con el frote de ambas.

Nunca me canso de verla sosteniendo mis muslos o rodillas, sus manos me aprietan la piel marcando los dedos como firma de su propiedad. De ver sus pezones pequeños y rosaditos hincharse mientras se mueven en rose a los míos, una obra de arte.

Sentía que me calentaba muy rápido, entonces la hice parar para que ella se acueste y yo empiece a hacerle un oral bien intenso. No quería perder la cordura tan rápido y tan facil, entonces me puse a besar, lamer y relamer sus jugos tan dulces.