CAPITULO 18

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"Esos momentos…son los más felices que tengo, son los que más atesoro, tu eres lo que más…amo"

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the sparkle in your eyes

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Narra Cinco

Tal y como T/N me lo dijo, su personalidad se deformó con el paso del tiempo, de alguna seguía siendo ella pero ahora era más sarcástica, cínica y extremadamente egocéntrica, sin contar que se volvió más atrevida en ciertos aspectos, la inocencia que mostraba hasta cierto punto desapareció, pero seguía siendo ella, su mirada tenía ese mismo brillo pero de alguna forma...

Está nueva versión me gustaba más.

—Cinco! Despierta! —un chasquido de dedos frente a mi cara me desconcentró, ya no se ni en qué pensaba, pues la hermosa chica de cabellos negros me miraba con una mirada de fastidio, ya no queda nada de su inexpresividad.

—Estoy atento—que gran mentira.

—si, y yo soy la reina Isabel, Cinco será mejor que prestes atención, ésto es serio, literalmente lo que tú quieres hacer nos meterá en muchos problemas.

—la vida es un riesgo.

—me das miedo cuando usas frase, cuando la usas se que todo se va a ir al demonio— lo ven? A eso me refiero.

—no te preocupes, papá no nos matará por eso.

—no si lo matamos primero.

—no exageres, ni haremos gran cosa— el sonido del tren nos alertó de el tren que esperábamos, ella suspiro y sonrió.

—bueno, entonces no hagas que me arrepienta, Watashi no amai akuma—le gusta decirme así, a mi en lo personal no me molesta, no tiene un mal significado aunque es un poco raro que me llame "Mi dulce demonio", otras ocasiones solo me llama Neko Cinco o Mi sekushīna akuma es decir "mi sexi demonio", desde un tiempo para acá tomó la costumbre de hablar en japonés.

—No te preocupes il mio bellissimo angelo, déjamelo a mí —y yo como respuesta, suelo hablarle en italiano, ambos subimos al tren con las maletas, que hacemos? Nos escapamos una semana completa a New York, por qué? Solo por que queremos, ambos consideramos que ahora que se acerca la época navideña, es una buena oportunidad para visitar la ciudad, pero…lo hicimos sin permiso de papá, solo nosotros dos, se siente bien romper las reglas, quién tuvo la idea? Yo, durante un tiempo llevé a T/N de paseo por la ciudad, pero quería llevarla a otro lado y yo quería viajar, nos pusimos de acuerdo para escapar a New York y ahora estamos aquí.

Por qué los apodos? Por qué nos agrado la idea de tener un apodo especial, además de que aunque no somos una pareja, nos comportamos como una últimamente, sin besos ni nada de eso, solo apoyo uno al otro.

A decir verdad me gustaría mucho ser su pareja, pero creo que tiene muchas cosas en qué pensar como para agobiarla en cosas como esa, no se cuándo me di cuenta de que me estaba enamorando de ella, solo un día sentí que siempre la había esperado.

No sé cómo lo hizo, no se como un día solo logro que sintiera abejas asesinas en mi estómago siempre que la veo, solo se que cada que mis ojos la ven, es perfecta sin importar sus imperfecciones, no importa lo inestable que pueda ser emocionalmente, tampoco lo cínica, tampoco sus cicatrices, todos esos defectos los acepto y no quiero cambiarla, al contrario, no quiero que cambie.

Desde que subimos a esté tren y te quedaste dormida sobre mi hombro, solo no paro de pensar en está sensación de melancolía como si esté momento fuera realmente único y que …no habrá más, como si fuera el último, siento que te irás como agua entre mis manos, por qué siento esto??

—Cinco, por qué estás tan distraido?—mire a T/N, no se ni en qué momento acabamos en un hotel en New York, cada que te veo eres más hermosa, me pareces demasiado etérea con tus ojos color glauco, tus labios rojos y tu cabello negro como alas de cuervo, cada día, desde que te conocí hace casi 6 meses estás en mi cabeza, no se cómo llegué a esté sentir, solo se que quiero…besar tus labios.

Esos labios carnosos, rojos y seductores, brillantes y incitadores, me dan ganas de besarlos y morderlos hasta que me duela la boca.

—Cinco…

—Si? —la mire de nuevo.

—no vamos a ir a pasear?, estoy aburrida de solo estar aquí, además hay mucho que ver, tenemos que aprovechar al máximo está semana! Mira, ya tengo una lista de a dónde podemos ir—tome la larga lista, si que se tomó el tiempo de investigar, Times Square, la quinta avenida, el museo metropolitano, central park, la estatua de la libertad, etc.

— Muy bien, tienes razón, no nos escapamos solo para estar en un hotel, así que a dónde quieres ir primero? —ella puso una mueca pensativa hasta que su mirada se iluminó.

—Primero vayamos a la quinta avenida, ahora que es época navideña sería un buen momento para ir— asentí dándole la razón, nos robamos la tarjeta de crédito de papá, no estaría mal comprar algunas cosas, al fin y al cabo ya nos escapamos, que más da gastar dinero? Aunque tuve una idea, a decir verdad es un poco estúpida pero no sé pierde nada intentando.

—te propongo un trato...

—te escucho.

—Te daré la tarjeta para que te compres todo lo quieras si a cambio…tú…me das un beso—T/N arqueó la ceja en sorpresa.

—si sabes que solo tenías que pedirlo, no? Si tanto lo quieres como para hacer esto entonces no puedo negarme— dijo con clara diversión, se acercó a mi al grado de que podía sentir su aliento chocar contra mi boca, no pude evitar empezar a respirar agitado ante la anticipación de lo que vendría, tomó mis mejillas con sus manos y no pude evitar soltar un suspiro, su nariz tocó la mía y solamente pude desear que finalmente me besará pero para mi maldita desilusión beso mi mejilla, justo a un lado de mi labios, estaba a punto de reprenderle el haberme engañado de una forma tan cruel —que? No especificaste donde~—su voz salió cargada de burla, suspiré en frustración mientras rodaba los ojos cuando volvió a tomar mi rostro y ahora sentí como sus labios tocaban los míos, fue como tocar el cielo, ese beso fue diferente de todos los demás, los vellos de mi nuca se erizaron, una corriente eléctrica recorrió mi cuerpo y mi ser completo se removió de gozo al sentir su boca junto con la mía saboreando ese sabor dulce y adictivo, esté beso era como ella, etéreo, eterno y perfecto, fue como si ahora todo estuviera en su lugar, justo donde debe estar, mis rodillas casi flaquean, como es posible que ella logré hacerme caer de rodillas solo por un beso, un mísero toque de labios basto para volverme su adorador fiel, solo eso basto para ya no querer besar los labios de nadie más.

Solo eso basto para darme cuenta que ahora le pertenecía cada parte de mí.

Solo los momentos que estuvimos juntos bastaron para amarte toda mi vida.

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Continuará...

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LA PAREJA PERFECTA PARA UN HARGREEVES  [Cinco Hargreeves]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora