El amor tiene dos caras, una de ellas tiene reflejos amargos y tormentos angustiantes o puedes rozar su lado dulce y emocional.
Pero en ocasiones puedes tener ambos, originando un amor agridulce con brotes despiadados y pasionales.
T/N estudiante tr...
La primera semana de vacaciones había dado inicio, por lo que la academia se encontraba casi en su totalidad desierta, ya que eran pocos los que decidían quedarse en el internado en pleno verano, prefiriendo pasar su tiempo libre fuera de aquella jaula de oro llamada Academia Yuei.
A excepción de la peliplata que no le molestaba quedarse a descansar en el internado, además de que no tenia el capital suficiente para salir y regresar, por ende decidió ahorrar y permanecer el resto de sus vacaciones en la A.Y. después de todo sus instalaciones prestigiosas eran todo un suplicio. Eso sin mencionar la cercanía de la playa por lo que si ella quisiera podría ir cuando quisiera.
Y mientas pasaba el rato, recostada sobre su cama contemplando el vacío, repasaba una y otra vez en su mente lo que había ocurrido hace unos cuantos días, rememorando cuando ingreso al club junto con Deku, encontrándose con la reconfortante presencia de Kirishima y la mirada indiferente de Momo, tenia sentido, después de todo que respuesta esperaba de ella con todo lo sucedido, quien querría estar compartiendo el mismo lugar donde te encontraste a tu prometido besando a otra y mas teniendo a esa persona tan cerca.
Lamentaba muchísimo el hecho de empatizar con los sentimientos de Todoroki, pensando en lo difícil que lo tenia, no poder enamorarte de alguien mas por estar atado a un compromiso de conveniencia, que cruel destino. Pero el estaba dispuesto a sacrificarlo todo por su familia, algo que le parecía admirable y antes de seguir hablando consigo misma su móvil comenzó a vibrar.
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Sobresaltándose al ver la pantalla el nombre de Bakugo, sintiendo como su pulso se aceleraba y sus mejillas se sonrojaban al recordar cuando este antes de salir de vacaciones le había pedido su numero, se la habían pasado en un principio mandando mensajes sencillos pero esta era la primera vez que la llamaba, percibiendo una sensación de hormigueo recorrer su cuerpo, estaba ansiosa por contestar pero nerviosa por tener que hacerlo, no sabia que decirle o como responder, por lo que en su cabeza daba miles de vueltas al asunto. Además de pensar en el acontecimiento de Todoroki y Momo se la pasaba mas tiempo pensando en como el rubio había expuesto su sentir por ella o eso creía, ya que no sabía muy bien la clase de relación que tenían, puesto que después de que la mordiera y mandara a Deku a recogerla ya no hablaron mas del tema aunque sabía que no podía apresurarse, le sorprendía que Bakugo decidiera ir lento con la relación y mas con aquella personalidad tan precipitada que posee.
Y sin darse cuenta y por estar dándole vueltas a el asunto, ya no pudo contestar la llamada.
Estaba a punto de regresarle rápidamente la llamada cuando la puerta de su dormitorio comenzó a sonar, sintiendo miles de mariposa recorrer por su estomago, imaginaba que se trataba del rubio, ya que al no responderle la llamada puede que haya sido porque se encontraba fuera de su dormitorio y quería darle una sorpresa. Levantándose entusiasmada para abrir la puerta pero al hacerlo se encontró con los ojos intensos como el mar del azabache, cambiando rápidamente su semblante y antes de escuchar palabra alguna de este cerro impulsivamente a la brevedad la puerta para evitar que este entrara pero solo basto que este incorporara su pie para evitar que le cerrara en la cara, empujando con su antebrazo la puerta para entrar con aciago.
