Varenna [L.S]

Doce.

Cinco años después...

No volvió a saber nada más de Louis después de esa noche.

Volvió a su ciudad con su pobre corazón roto en brazos. Abrazo a sus padres con una sonrisa que no sentía y se obligó a seguir adelante.

No se intereso en salir con nadie más luego de eso.

Termino su cartera en menos de tres años y junto con unos amigos que hizo en la facultad trabajaron duro creando las mejores obras de arte para venderlas a pequeñas galerías.

Algunos se rindieron en el trayecto.

Pero a Harry nunca se le acababan las ideas.

Se pasaba horas pintando aquel viñedo de uvas rosas. Esos besos marcados como tatuajes permanentes permanentes su piel. Esa melancolía de un corazón roto y engañado.

Dibujando la sombra de alguien de quien nunca podía olvidarse. Buscando el tono correcto para sus oceánicos ojos que le habían prometido amor eterno en una mirada.

Y así es como sus emociones más profundas y sus experiencias vividas lo llevaron a hacer sus obras muy conocidas.

Logrando abrir una galería con ayuda de algunas personas.

Venía preparando esto desde hace un año y medio. Y por din habían terminado todo lo que necesitaban.

Hoy expondría sus obras más personales al público.

🫀

–¡Niall! ¿Viste alguna goma para mi pelo?

¿Mencionó que Niall ahora era odontologo?

–¡En la ducha!

Obvio no vivían juntos. Pero eran vecinos y mejores amigos hace años. Se dirige al baño, tomó una gota para pelo y se dirigió a su habitacion nuevamente.

Se agacho para buscar sus botas y cuando se volvió a parar golpeó su cabeza contra una repisa haciendo que una caja llena de fotos con Louis se callera.

Putas fotos.

Las levantó rápidamente pero hubo una de ellas que era como su debilidad.

Una hermosa foto donde estaban en la alberca y estaban mirándose como ellos se miraban. Había sido casual pero la foto había dejado en claro cuanto amor sentían el uno por el otro.

O que Harry sentía por el. Ya que al muy maldito le salio perfecta la mentira.

Tan perfecta que ahora iba a ir a una exposición de pinturas que gritaban "Louis me rompió rompió corazón" por todas partes.

–¡Harry, apurate. Llegaremos tarde!

El ojiverde guarda la foto en la funda de su celular y sale de su habitación. Ahora, con con Veintitrés años seguía sin tener mucha resistencia.

Y tener que bajar las escaleras porque el ascensor de su edificio no funcionaba no lo ayudaba.

Llegaron a tiempo a la exposición y le tocó abrir la puerta y presentarse como autor de todas las obras. La gente las miraba sintiéndose identificados con ellas y el corazón de Harry se inflaba feliz.

Su madre apareció poco después.

–¡Ay, mi cielo! Estoy tan orgullosa de mi bebé.

–Gracias, ma.

Su padre apareció poco después con uno de sus cuadros bajo el brazo.

–Compre el de la noche de baile en Italia. Es hermoso.

Le dice orgulloso y Harry ríe sonrojado.  Niall también lo felicita por sus obras.

Luego de que pasan horas la gente comienza a irse con los cuadros que habían comprado.

Poco después aparece la persona que lo ayudo a hacer este sueño realidad.

Damiano.

–Harry, eres un éxito, amor. Se vendieron Veintidós cuadros, un señor vino y compro cinco de ellos. Tienes un fan.

–Vaya, damiano. Enserió me alegro de que haya funcionado, debo darte las gracias.

–Gracias a ti, tu eres el pintor. Pero debo ir al baño. Así que adiós.

Se despide y sale caminando rápidamente. Harry se queda viendo sus obras embelesado.

Unos pasos pasan por detrás de el como si tuvieran prisa y Harry podría reconocer ese olor donde fuera.

Se da la vuelta y entonces lo ve.

Ve esos zapatos lustrados que alguna vez estuvieron descalzos intentado enseñarle a bailar. Ve esas piernas firmes que lo cargaron en ese campamento. Ve esos brazos fuertes que alguna vez lo ayudaron a salir de ese arbusto. Ve esos labios que recorrieron cada parte de su ser y le juraron amor verdadero.

Y por último ve esos ojos oceánicos en los que se había perdido y muerto durante todos estos años, mirándolo igual que como lo habían mirado aquella vez.

Era el.

Era Louis.

–Hola, Harry...

Fin.