Capítulo 47

1K 111 7
                                    

No sabía si había hecho bien en ignorar aquel mensaje, pero no quería volver a desperdiciar mi valioso tiempo en alguien que no valía la pena. Creía que era mucho más benefactor centrarme en mis estudios y no hacerme la cabeza por una historia romántica fallida.

No le había contado esto a absolutamente nadie, ni siquiera a Gayeon. A este paso, ella era una enemiga ya que, no paraba de hablar sobre Jay. En realidad, no me molestaba que hablase sobre él, solo sentía el temor de que mencione algo del susodicho inconscientemente, cuando ya no quiero saber más del mismo.

Me encontraba bajando las escaleras del departamento donde asistía a los cursos de diseño de ropa, y cuando pisé el último escalón, un aroma familiar me atormentó.

"No, no por favor", pensé.

Bajé la cabeza para cubrir mi rostro con mi propio cabello, teniendo el "brillante" plan de pasar de largo a la persona que estaba tratando de evitar.

— Oye. —

Claramente ese llamado se dirigía hacia mi, pero lo ignoré y continué con mi paso. Aunque, eso fue lo que traté de hacer, pues la misma voz volvió a repetir lo dicho anteriormente, pero esta vez, aumentando el volumen.

Giré lentamente mi espalda, encontrándome con dos muchachos después de casi un año.

— Oh, hola rubio que ya no está rubio. — Traté de sonar lo menos rara posible.
— ¿Te gusta? — Se tocó su cabello.

Alcé mis dos pulgares mientras mostraba mi dentadura, haciendo notoria mi incomodidad.

— Estoy algo apurada, lo siento. —

Me despedí del mayor ignorando por completo la segunda presencia mientras movía mis dos manos de lado a lado, tratando de escapar de aquella situación lo antes posible.

Esta vez, pude sentir que alguno de ellos dos estaba ejerciendo presión sobre mi muñeca, impidiendo que me vaya de aquel lugar. Giré mi cabeza lentamente, rezando para que no fuese el chico en el que estaba pensando, pero las cosas nunca salían como yo quería.

— Lo siento. — Se disculpó Jungwon, quitando su mano de mí.

Sonreí solo con mi boca, sin decir nada.

— ¿Cambiaste de número? Es que te mandé un mensaje y... —
— Jungwon. — Lo interrumpí. — Debes terminar con lo que iniciaste. Lo nuestro ya está, pero tus sueños todavía no se cumplieron. No hace falta que te hagas el interesado en mí. —

Traté de hablar con calma, pero me fue inevitable que mi voz se quebrara de por medio. No dije más nada, ya que si lo hacía, de seguro me pondría a llorar y eso sería vergonzoso, pues no quiero ni pensar en cómo reaccionaría Jay, quien no tiene nada que ver en esto.

Me marché de aquel lugar, caminando con mucha más tranquilidad al sentir que me había quitado un ligero peso de encima.

Por un lado, muy en un interior de mí, sentí algo de curiosidad por lo que Jungwon deseaba decirme. Parecía ser algo bastante importante que podría llegar a cambiar nuestro vínculo totalmente destrozado, pero a la vez me daba un muy mal presentimiento por lo que creí que era correcto directamente ni escucharlo.

De todas formas, las cosas entre los dos ya había acabado. Jungwon me había roto el corazón de la misma manera en la que lo hicieron mi papá y Sunghoon, aún sabiendo lo mal que lo había pasado por ellos.

Me sentí un poco patética por haberle contado mi historia personal, pues le confié una pieza de mi ciertamente, pero se ve que no fue algo tan importante para él y la estropeó. Nunca más tendré que contarle eso a otra persona, nunca más.

...

Mis cursos de diseño de ropa eran todos los lunes y jueves a las 6:00 P.M. Ya pasó una semana de lo ocurrido y por suerte, nunca más logré hallar rastro alguno de los dos muchachos, por lo que creí que se habían rendido.

Creí que iba a ser un día bastante tranquilo como lo fueron el lunes y jueves pasado, pero desafortunadamente, fue algo diferente.

Por lo menos fue un alivio encontrarme con solamente Jay. Esta vez se veía estar hablando con una de las responsables del grupo de estudio, por lo que fácilmente pude deducir de que estaba tratando de inscribirse para iniciar con el curso, tal como yo.

Negué con mi cabeza, como si estuviera tratando de no pensar en cosas que no eran de mi incumbencia y continué con mi paso lo más sigilosamente posible para que el mayor no notara mi presencia. Para mi mala suerte, fue todo lo contrario, pues después de que Jay recibiera un par de papeles, comenzó a caminar a un lado de mí, uniéndose a mí.

— Nos volvemos a ver, Danhee. — Saludó.
— Qué desgracia. — Rodé mis ojos.
— Trátame como un ser humano aunque sea. —
— ¿Para qué? —

El mayor se quedó sin palabras, pues no sabía qué responderme ante tal pregunta que parecía ser tan obvia pero a la vez no.

— Woo, déjame decirte algo. — Dijo, cambiando de tema.
— Me pregunto qué gran estupidez vas a decirme. —
— ¿Puedo hablar de Jungwon? Solo un poco. —

Dejé de caminar para mirarlo de reojo, como diciéndole con la mirada que no me desafíe, y si lo hacía que me iba a escapar de ese lugar de inmediato.

Jay pareció entender eso y permaneció callado hasta la salida del departamento. Se despidió aún un poco dudoso por decirme lo que quería contar sobre su mejor amigo, pero terminó por no hacerlo y solo se despidió de mí amablemente, cosa que se la agradecí internamente. Ya me estaba resultando un poco incómodo rechazar lo mismo repetidas veces.

Suspiré profundamente y mis pies se dirigieron automáticamente hacia la plaza que estuve evitando ir debido a que me traía en la mente un mal recuerdo: Jungwon abandonándome. Pero por alguna extraña razón, ese día sentí la necesidad de ir hasta allí.

Me senté bajo el mismo árbol de aquella vez mientras me colocaba mis auriculares en las orejas, poniéndole play a una canción en aleatorio.

« ¿Acaso ya no me amas?
Entonces este no puede ser nuestro final
No digas cosas que no quieres decir
Sé que quieres que también te abrace
Quédate aquí, no te vayas »

— Don't de eAeon, RM.

Odiaba el hecho de que quedara tan bien con la situación y con lo que sentía en ese mismo momento, por lo que no tardaron mucho en deslizarse sobre mis mejillas unas cuantas lágrimas.

No importaba lo bien que estuve disimulándolo todo este tiempo: lo seguía amando. Debía admitir que, la vez que recibí un mensaje suyo y vi su rostro después de mucho tiempo, mi corazón volvió a latir. Pero sabía que eso no estaba bien, que Jungwon debía seguir sus sueños y que de todas formas, lo nuestro nunca funcionaría.

Debía dejarlo ir, cueste lo que cueste.

Una tercera oportunidad | ENHYPEN's JUNGWONDonde viven las historias. Descúbrelo ahora