My Karma Academy (Karmaland AU)

『Capítulo 6』

"Pensamientos"
Narra
—Habla—
Recuerdos
 

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Narrador Pov:

7:00 en punto de la mañana en el bello pueblo de Karmaland. A esta hora la mayoría de los habitantes ya se encontraban realizando sus deberes del día, como abrir sus tiendas o simplemente ir al trabajo, pero para un par era todo lo contrario.

—¡Mangel, ¿haz visto mi sudadera?!— preguntó el híbrido mientras buscaba dicha prenda.

—¡No!— negó, desde abajo, el nombrado— ¡¿Haz visto mis lentes?!.

Eran un desastre. Hace tan solo unos cuantos minutos acababan de despertar y se dieron cuenta de que ya estaban llegando tarde a sus clases.

—¡Olvídalo, ya la encontré!— informó, refiriéndose a la prenda blanca antes perdida— Encontre también tus lentes— dijo, ahora sin la necesidad de gritar, ya que su compañero estaba en la misma habitación que él— Estaban debajo de mi sudadera.

—Meno' mal tío, no tenía ganas de comprarme unos nuevos— Mangel confesó, mientras se acomodaba los lentes— Vamo', que llegaremo' tarde a las primeras clases.

Y sin dar más vueltas al asunto, salieron como rayos de su nueva vivienda. A pesar de estar apurados, siempre disminuían el paso al ver como uno que otro pueblerino los saludaban o, incluso, les daban un obsequio de bienvenida como frutas o descuentos en sus tiendas al ser la primera vez que las visitarían.

Este fue su camino antes de llegar a su destino.

—Creí que nunca llegaríamos— confesó Rubius apenas pasar el portón de la academia y dirigirse dentro del edificio junto con su amigo.

—Yo tampoco, por poco y me desmayo por todo lo que corrimos— y era cierto, en un momento ya no era suficiente con solo trotar, entonces decidieron correr en su lugar para llegar menos tarde.

—Nuestras primeras clases no son las mismas, ¿qué te parece vernos en el patio cuando terminemos?— comentó Rubius.

Mangel solo asintió complacido por la propuesta de Rubius y, dándose una despedida, se fueron por direcciones diferentes.

Mientras el híbrido caminaba apresuradamente por los pasillos, tratando de encontrar su aula, no se percató de una pila de libros que estaban dirigiéndose a él hasta, claro, el momento en donde chocó con ellos.

—C-Como lo... siento— habló una voz femenina mientras se reincorporaba de la caída.

—No, yo soy el que debería disculparse— contradijo Rubius— Déjame ayudarte a recoger tus libros— al terminar dicha tarea, solo se discupo a decir: Rubius; presentándose.

—N-Nieves...— tartamudeó, encondiendo su cara detrás de la pila de libros, nuevamente en sus manos, como solía acostumbrar al conocer a alguien nuevo.

Y así Rubius terminó conociendo a Nieves: una chica baja, de cabellos rojizos y ojos turquesa, conocida por ser un tanto tímida y "lenta" según algunos estudiantes y maestros.

—Nieves, hermoso nombre. Encantado de conocerte.

—Igualmente.

—Nieves, ¿será que puedes decirme dónde está este salón? Voy con un poco de prisa y aún no lo escuentro— confesó el híbrido mostrándole un folleto a la nombrada.