Kim Sunoo, alías, cupido, es un aprendiz harto de que la única pareja que está destinada desde hace años, por el amor tan fuerte, puro y sincero que se tuvieron, ¡No esté junto! Es más ¡Park SungHoon odia a su destinado! No lo entiende, así que en...
No volver a ser humano parece que le trajo consecuencias, su cabello se había vuelto largo y ondulado, se veía más alto, pero tenía ojeras, sus ojos no brillaban y su piel se empezaba a enfriar, estaba muriendo. Jay a su lado, quien era castaño y bastante atractivo le hizo caer en cuenta que no tenían mucho tiempo, en su reloj de mano puso un cronómetro, era momento de idear un plan para que esto funcionará y para eso necesitaban ayuda, y Sunoo tenía a los indicados.
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—¡Sunoo, volviste! ¡Seungie y Jaeyunie están locos por verte!
Fue lo primero que gritó Ni-ki cuando vió otra vez al ahora pelinegro, abrazándolo mientras soltaba pequeñas lágrimas, lo había extrañado como loco.
—¿Dónde mierda estabas, Sunoo? ¿Acaso no sabes lo preocupados que estábamos?
Gruñó Jungwon intentando ocultar su preocupación, mirando a otro lado.
—Chicos, no es momento, necesito su ayuda, el es Park Jongseong, mi mejor amigo y tenemos un plan para juntar a SungHoon y HeeSeung de una vez por todas.
Nishimura y Yang no sabían el porque del cambio drástico, pero sólo asintieron, escuchando atentamente el plan.
10 hrs para las 12.
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