2. El día en que ella desapareció

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Himawari estaba recostada en su habitación, durmiendo no era la palabra adecuada, ya que tenía el sueño ligero y se despertaba al más leve sonido, esperando que su padre regresara con su querido hermano. Todos esos días había estado sumamente preocupada, y triste, puesto que su madre había estado apagada, contrario a la tranquilidad y felicidad que siempre emitía, aunque lo había atribuido a la ausencia de Naruto y Boruto.

Esa noche debido a lo cansada que estaba por todos los días en vela, sus ojos se sentían pesados, y estaban empezando a cerrarse, cuando escuchó un sonido en la sala. Un escalofrío recorrió su columna, no sabía por qué, pero aunque esperaba que fueran su hermano y padre que regresaban, algo dentro de ella sabía que no era así.

Al asomarse a las escaleras sus ojos se abrieron completamente, su madre estaba desapareciendo frente a ella en un portal, lo único que pudo hacer fue gritarle, lo más fuerte para que no se fuera de su lado -¡MAMÁ!- Corrió hacia ella sin pensárselo dos veces, las personas que se la llevaban no se habían percatado de su presencia hasta el último instante, por lo que no prestaron atención y siguieron su camino.

Cayó de rodillas justo en el lugar donde ella había desaparecido, mientras las lágrimas empezaban a aflorar en su rostro, nunca había estado tan asustada, no sabía qué hacer, se había quedado sola ¿A quién acudir? ¿A quién llamar? No supo de dónde surgió la fuerza, pero salió de la casa a toda prisa volteando a todos lados, Boruto, Kawaki, su padre, ninguno estaba, incluso sabía que Shikamaru, aquel que siempre permanecía a lado de su padre había partido con ellos. Hasta que pensó en alguien.

Sakura.

Esa noche Sakura permanecía despierta hasta bien entrada la noche, estaba concentrada leyendo un libro sobre ninjutsu médico para perfeccionar sus habilidades, cuando de repente escuchó que golpeaban la puerta de la entrada de manera enérgica

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Esa noche Sakura permanecía despierta hasta bien entrada la noche, estaba concentrada leyendo un libro sobre ninjutsu médico para perfeccionar sus habilidades, cuando de repente escuchó que golpeaban la puerta de la entrada de manera enérgica. No sabía quién podía ser a esa hora, pero quien quiera que fuera estaba desesperado. Corrió para ver si no se trataba de alguien del hospital que viniera en su búsqueda, pero al abrir la puerta, se encontró con una pequeña de ojos azules cubierta de lágrimas, con el puño cerrado y enrojecido de tan fuerte que había tocado y la respiración entrecortada.

- ¡Himawari! ¿Estás bien cariño? ¿Qué ocurre? - Se arrodilló hacia la pequeña abrazándola sin pensárselo dos veces. La niña no podía hablar por el llanto, ya que había aflorado aún más con su abrazo - ¿Todo está bien? ¿Dónde está Hinata? - Sin saberlo había tocado el punto sensible, Himawari sollozó aún con más energía sin poder pronunciar palabra - Hima, me estás asustando ¿qué ocurre?-

- Mamá... m-mamá... - La separó en un gesto dulce y la miró a los ojos expectante - No está.

- ¿Cómo que no está? - Sakura no podía creer lo que oía, Hinata adoraba a su hija más que a nada, nunca se le hubiera ocurrido dejarla sola, y menos a estas horas de la noche. Sabía que Naruto había ido en búsqueda de Boruto y Kawaki, por lo que tampoco estarían en casa.

Naruhina: El día en que lo perdió todoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora