Capítulo 4. 🍦

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Han pasado ya cuatro días desde que encontré a mi alfa

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Han pasado ya cuatro días desde que encontré a mi alfa. Cuatro días en los que no volví a sentirlo cerca. Le conté a mi mamá, hermano y amigos y sus reacciones siguen causándome gracia.

[...]

Terminando mi turno fui por mi paga y salí de la heladería, dirigiéndome directamente a mi casa. Una vez ahí, Kook ya tenía la cena preparada y solo esperábamos a mamá para poder comer juntos. Cuando llego pusimos rápido la mesa y al terminar mi madre se ofreció a lavar los trastes.

Yo me dirigí a buscar el sobre amarillo en mi sudadera, aquel en el que cada viernes la señora Lee entrega la paga. Se lo entregue y ella me dio las gracias por el apoyo. Poco después Jungkook entro y decidí que era un buen momento para confesarles lo de mi alfa.

Kook escupió el agua que tomaba y tosía muy fuerte ya que se ahogaba, mi mamá tiro un vaso que por suerte era de platico así que no se rompió y después me regañaron por dar las noticias importantes como si nada.

Antes de que comenzaran con las preguntas me adelante a contarles que había seguido el camino hacia mi trabajo y no pude conocerlo, ocasionando un nuevo regaño.

Al día siguiente en la escuela se lo conté a los chicos, que también me regañaron por decirlo como si nada. Jimin tiró su paleta, Hobi se ahogó con el café y Yoongi se cayó de la silla en la que estaba jugando.

[...]

Ahora los 3 me acompañan diario al trabajo con la excusa de que quieren conocerlo y asegurarse de que esta vez no correré. Pero lamentablemente en estos días no encontré su olor, me puse un poco triste porque pensé que él ya no quería verme por huir.

Hoy únicamente me acompañan Yoongi y Jimin, después iría Hoseok junto a mi hermano que estaban en la biblioteca por unos trabajos.

Jungkook cuando se enteró de que ellos me acompañaban a diario por si encontraba a mi alfa, se unió al plan diciendo que le daría unas cuantas advertencias.

Caminaba con los chicos, riendo de las babosadas que decía el alfa. Veníamos con tiempo de sobra, una hora, pues ellos querían asegurarse de que no pondría pretextos.

Justo en aquel semáforo del que me detuve hace cuatro días sentí nuevamente su olor. Como una mala broma de la vida el semáforo nuevamente estaba en verde por lo que teníamos que esperar, me sujete para evitar caer.

Necesitaba que cambiara a rojo ya, el olor estaba del otro lado de la calle, mi corazón golpeaba en mi pecho con fuerza, Jimin veía tan entretenido a su novio que ni siquiera se dieron cuenta de lo que me pasaba.

En cuanto estuvo el rojo corrí como si mi vida dependiera de eso, la pareja venía atrás de mi gritando mi nombre confundidos. El olor me guiaba a la heladería y ellos dejaron de gritar cuando vieron que me dirigía ahí.

Cruce la puerta volteando a todos lados, mis amigos entraron después de mi mirándome confundidos. El olor provenía de una de las mesas más grandes, vi a todas las personas con la respiración agitada por correr. Era el grupo de chicos que estaban la vez pasada, pero eran 7, por lo que uno de los dos que no iban la vez pasada debía de ser.

Uno de los desconocidos estaba besándose con otra chica y el otro los veía sorprendido, sin moverse de su lugar, rezaba internamente porque mi alfa fuera el chico de cabello lacio blanco, obligándome a imaginar que estaba en shock y por eso no despegaba su mirada de los que se besaban.

Pero no, no era así, sabía que el delicioso y exquisito olor a tierra mojada no pertenece él y lo confirme cuando el otro chico quito las manos de la chica y busco algo nervioso, haciendo a mi corazón doler. Él me vio y sus ojos se abrieron en sorpresa, me miraba fijamente.

Él era mi alfa y lo que debió haberse sentido muy bien y hermoso, se sintió como una patada muy fuerte en el estómago, mi corazón se encontraba roto, las lágrimas comenzaban a formarse en mis ojos. Él se levantó sin dejar de verme y la primera lágrima cayó, cuando vi sus intenciones de acercarse corrí a los baños sin dudarlo.

Había encontrado a mi alfa.

Besándose con una chica, era consciente de que podía pasar eso, que él puede estar en una relación con una persona que ama. Pero algo dentro de mí se negaba a esa posibilidad. Me encerré en uno de los cubículos, sintiendo el corazón roto y a mi lobo sufrir, no podía detener las lágrimas que bajaban rápidamente por mis mejillas.

- ¿Jin? ¿Jinnie? ¿Dónde estás, que pasó?- escuchaba la voz preocupada de Yoongi, vi sus pies ir de un lado a otro- Se que estas aquí, abre - tocó la puerta del cubículo en el que me encontraba.

Abrí la puerta y me lancé a sus brazos, él no tardo en envolver sus brazos a mi alrededor provocando que lloré aún más, él me pedía que me calmara y que le explicara lo que pasaba. Me separe de él y limpie mi nariz con la manga de mi sudadera, abrí la boca dispuesto a explicarle pero la puerta se abrió y ambos dirigimos nuestra mirada ahí, entró el chico de cabellos blancos siendo seguido por mi alfa.

 Me separe de él y limpie mi nariz con la manga de mi sudadera, abrí la boca dispuesto a explicarle pero la puerta se abrió y ambos dirigimos nuestra mirada ahí, entró el chico de cabellos blancos siendo seguido por mi alfa

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Nos leemos luego.

Mont_Q

Ice Cream | NamJinDonde viven las historias. Descúbrelo ahora