- Encontré a mi alfa - dije de la nada.
Mi madre dejó caer un vaso que afortunadamente era de plástico y mi hermana se ahogó con el agua que estaba tomando. Ambas me miraron de mala manera.
- ¿Cuántas veces te he dicho que no digas las cosas importa...
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Con las mejillas rojas salí del elevador. Jin venia prácticamente colgado en mí, es demasiado ligero.
Me sorprende su actitud, en todo este tiempo no me había dicho ese tipo de cosas -efectos del celo supongo-.
Abrí la puerta del departamento con dificultad pues mi omega no dejaba de intentar quitar mi camisa. Fuimos directo a mi cuarto -que por suerte estaba limpio- y lo recosté en la cama. Ambos estábamos un poco manchados por el lubricante.
- ¿Qué haces? -mi omega intentaba desabrochar su pantalón, pero no lo logro.
- Ayúdame, me lastima. – se movió en la cama.
No sabía que tan bueno sería quitarle el pantalón tomando en cuenta que los celos son principalmente para tener sexo. De igual forma no haré nada con él, sería aprovecharme de uno de sus momentos de vulnerabilidad.
Me acerqué a la cama aun dudoso y quite sus tenis junto a los calcetines, con las manos temblando desabroche su pantalón y lo baje.
Mantener el control es difícil, su olor es intenso y suelta pequeños gemidos -quizá por el dolor del celo-, sus piernas están descubiertas y se puede observar lo hermosas que son. Dejé el pantalón en un pequeño sillón a lado de mi cama.
Cuando regrese la vista a mi omega ya no tenía sudadera y estaba peleando con los botones de su camisa.
- ¡Joonie! Me lastima. -tenía un puchero en sus labios- ¿Me la puedes quitar? - desabroche su camisa y se encontraba únicamente en ropa interior.
- Creo que sería bueno que te bañes. – caminé hasta el baño y puse a llenar la tina con agua tibia, no le puse jabón ni nada por el estilo ya que esto podía irritar su piel- Ya casi esta lista. - lo ayude a ponerse de pie, acerco su rostro al mío y me beso salvajemente, bueno lo intento.
- ¡Báñate conmigo! - me jalo hasta el baño.
Volvió a unir nuestros labios y el movimiento era torpe, no sabía como mover sus labios por lo que tome su rostro y el control del beso, poco después llego a seguir mi ritmo.
- La tina. - me separe de mi omega y cerré la llave del agua justo antes de que comenzara a tirarse- Tengo que hacer una llamada ahora regreso. - salí del baño antes de que él se quitara su bóxer.
Regrese por su pantalón y saqué el teléfono -esperando que no tenga contraseña- y deslice el dedo por la pantalla, entre a sus contactos y en favoritos encontré el de su mamá. Presioné el contacto y puse su celular en mi oído.
'Su saldo no es suficiente para realizar la llamada'.
Colgué y saque mi teléfono, copie el número y marque.
- ¿Bueno? - su madre contesto casi de inmediato.
- Buenas noches, señora, soy Namjoon, llamaba para decirle que Jin se va a quedar conmigo su celo empezó.
- Oh, está bien, cualquier cosa no dudes en llamarme, ¿Este es tu teléfono?
- Si y no se preocupe yo se lo cuido muy bien.
- Eso espero, nos vemos Nam.
- Adiós- colgué, deje mi teléfono y guarde el suyo en su pantalón nuevamente.
Dudaba si regresar con él al baño, hacerlo sería invadir su privacidad y verlo desnudo así decidí salir por mi computadora.
- Jin, tengo que ir por unas cosas a la sala. Ya vuelvo. – grité y salí de la habitación sin esperar su respuesta.
Tomé mi computadora y fui por una jarra de agua a la cocina. Regresé a la habitación y me senté en la cama, estaré aquí por si mi omega necesita algo.
'¿Qué hacer cuando tu omega está en celo?'
Puse en el computador, quizá si es algo estúpido, pero es la primera vez que estoy con un omega en celo, mi omega. Necesito saber de la experiencia de los demás para saber que puedo y que no puedo hacer.
Abrí unas cuantas cosas y en la mayoría se decía que es posible complacer a un omega sin tener relaciones sexuales.
- Alfa. – levanté la vista y mi omega está frente a mi desnudo, sin poder evitarlo recorrí su cuerpo con la mirada- ¿Es más importante una computadora que yo?
- No bonito, no lo es. – dejé la computadora en la cama y me paré algo nervioso.
- Alfa. – mi omega camino hasta mí- Te necesito. – puso mis manos en su trasero.
Me quede quieto sin saber que hacer, puso sus manos en mi pecho y me empujo a la cama. Se subió a mí y regreso mis manos a sus nalgas. Quizá inconscientemente empezó a frotarse contra mí.
Pero no puedo, dejarlo seguir será abusar de él. No esta consiente de lo que hace, no sabe lo que hace. Sus sentidos están nublados y eso lo hace actuar así.
- Omega, debes parar. - él soltaba pequeños gemidos
- ¿No te gusta? - se separó bruscamente y sus ojos se llenaron de lágrimas. - ¿Es por qué no soy bonito? ¿No te gusto?
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