❛ 11 ༉‧₊˚✧

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Hyunjin y Jeongin habían devorado una pizza entera junto a sus papas en medio de divertidas pláticas. Jeongin no creyó que podría tener tanto de qué hablar con Hyunjin, era realmente increíble lo mucho que compaginaban. Sin embargo, la sensación de que no podían ser tan amigos estaba ahí, a veces sentía que tenía que seguir siendo mejor que él, su madre quería que siempre fuera el mejor.

– Si sigo comiendo voy a vomitar– se quejó el pelinegro.

– Creo que me excedí, debí pedir menos para tu pequeño estómago.

– No es pequeño, nadie comería tanto.

– Yo sí.

– Es que tú eres una bestia– rió.

– Lo tomaré como un cumplido– sonrió, viendo cómo Jeongin hacía un pequeño puchero –. Si quieres podemos pedir que lo empaquen para llevar.

Jeongin asintió.

Hyunjin llamó la atención del mesero que los había atendido, dándole una mirada molesta al notar de nuevo que trataba de ver a Jeongin de manera disimulada, realmente no le caía bien.

Cuando terminó de pagar, tomó la mano de Jeongin, entrelazando sus dedos para que el mesero se diera cuenta de que no sólo iban como amigos, aunque la realidad es que sí habían ido sólo como amigos. Quería demostrar cosas que no eran. Le dio una mirada molesta, y salió del establecimiento.

Jeongin se sintió nervioso con la acción, pero no le tomó importancia significativa, de todas formas debía ayudarlo.

El camino a casa del menor fue tranquilo, en silencio. Al llegar a la casa de los Yang, Hyunjin estacionó su auto, sintiéndose levemente nervioso.

– Estamos aquí– avisó Hyunjin, desabrochando su cinturón de seguridad.

– Mmm, gracias por invitarme a cenar... Yo nunca había salido con amigos– confesó en voz baja, a lo largo de su vida había sido un chico solitario, pero nunca se quejó por eso –. Fue genial.

– Fue una cita.

– No digas eso.

– Es que sí lo fue, ¿tanto te cuesta aceptarlo?

– Es que... es extraño, Hyunjin– dijo, sintiéndose un poco sonrojado, las citas nunca estaban en sus planes.

– Bien, no es una cita entonces, no lo diré de nuevo– dijo un poco molesto, de cierta forma estaba dolido, quiso tener un lindo gesto con él, pero se seguía negando –. Espera, te ayudaré a bajar.

Jeongin quitó su cinturón de seguridad, esperando a que Hyunjin lo ayudara. Había notado la molestia en sus palabras.

Al estar frente a la puerta de su casa, Hyunjin tocó suavemente, esperando a que Chan abriera.

– Tú... ¿estás molesto?– preguntó tímido el menor.

– No, Innie– respondió cortante –. ¿Por qué tu hermano no abre?– volvió a tocar.

– Quizás está ocupado, espero que papá aún no esté aquí, y si ya está aquí, ojalá Chan haya dicho una buena excusa.

– Tranquilo, el auto de tu padre no está– tocó la puerta más fuerte.

– Hyunjin, no te molestes conmigo– suspiró –. Tú sabes más de todo esto porque eres social, yo nunca tuve amigos cercanos.

Hyunjin dejó la molestia al escuchar la tristeza en las palabras de Jeongin, debía tenerle paciencia y no ir tan rápido.

– Ahora nos tienes a nosotros, tienes amigos, así que acostúmbrate a salir– le dijo con suavidad, sacándole una pequeña sonrisa al menor.

Segundos después, Chan por fin abrió la puerta, asustando al par.

can't you see me ✧ [h.hj + y.jg]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora