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—¡Debes de estar bromeando!

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—¡Debes de estar bromeando!

El omega escuchó un suspiro de frustración seguido de la voz de su mejor amigo que sonaba por aquella línea de teléfono— Lamentablemente no.

Jimin se empezó a remover los cabellos con desesperación mientras caminaba de un lado a otro en su oficina soltando feromonas de enojo. — ¿Y no le comentaste que recién di a luz a dos bebés?

—Hasta el cansancio, pero le importa un reverendo comino, dice que no hará ningún negocio con nosotros si no estás tú presente.

Jimin gruñó de frustración— Taehyung, llevo una semana de parir a mis bebés, ¡UNA SEMANA! ¿Cómo espera a que me vaya de mi casa si mis bebés me necesitan? Joder, ni siquiera puedo acercarme a la puerta sin que Jungkook me intercede con sus instintos de alfa puro protector y me aleja de la puerta en cuestión de segundos.

—Es una situación jodida.

Jimin gruñó con molestia —Lo sé.

—Lo peor es que necesitamos al señor Kang para este proyecto.

Jimin vuelve a gruñir— Lo sé.

Hubo un pequeño silencio, ninguno de los dos decía algo, Jimin solo podía escuchar la respiración de su mejor amigo al otro lado de la línea, el omega se mantenía serio, pensante, su cerebro pasaba idea tras idea tratando de que una sea suficientemente buena para evitar salir de su casa, alejarse de sus cachorritos recién nacidos y preocupar a su alfa, pero ninguna le convencía.

La puerta de su pequeño despacho se abrió apareciendo un alfa bastante preocupado al sentir el enojo y el miedo de su omega, incluso cuando abrió la puerta se había mareado al sentir el aroma tan ácido del rubio, Jungkook entró y cerró rápido la puerta evitando que el aroma saliera de esas cuatro paredes y que sus cachorritos lo olieran, no sería bueno para ellos.

Jimin no se había percatado de la presencia de su esposo hasta que sintió unos fuertes brazos rodearle la cintura y un dulce aroma a pino envolviéndolo que lo había tranquilizado, todo el aroma ácido del omega había desaparecido en cuestión de segundos.

Jimin dio media vuelta quedando frente a su alfa, pegó su nariz en el trabajado pecho de su pareja y lo restregó cariñosamente sintiendo más aquel tranquilizador arma en sus fosas nasales sintiendo los brazos de su alfa apretarlo un poco más sin llegar a lastimarlo.

Una pequeña sonrisa apareció en los labios del omega cuando el alfa empezó a soltar más su aroma mientras le regalaba un beso en su cuero cabelludo, el lobo de Jimin se regocijaba por la atención que le daba su alfa, mientras que el humano se embriagaba por aquel dulce aroma, se encontraba en las nubes.

—¿Qué piensas hacer?— la voz de su mejor amigo por medio de la línea telefónica lo había regresado a tierra.

Jimin parpadeó unos segundos tratando de que sus neuronas volvieran a conectarse, tratando de recordar de qué hablaba con su mejor amigo hace 5 segundos.

Twins [Jikook]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora