10

39 1 4
                                    

Habían pasado 10 días desde lo sucedido, desde el momento en el que probablemente su relación con su amigo había cambiado para bien o para mal. Ya ni sabia que ocurría.
Sin embargo, en esta ocasión y para su desgracia toda la delegación se enteró de lo sucedido y eso incluía al superior quien interrogó a los involucrados y capturados sin dudar.

Frustrado estaba apoyado con su pecho en su escritorio y su cabeza sobre uno de sus brazos mientras observaba en silencio las piezas que mantenían hasta ese momento.
Al ver la de DaeHyun hizo que suspirara.

Antes de retirarse del audotorio, JongUp le alcanzó la pieza que dedujo el enmascarado tiró antes de irse.

No sabia como estaba, no habían hablado en todos esos días. Ninguno de sus amigos tampoco le dijo nada y supuso que fue por que estaban en la misma situación. Lo único que supo fue que su asistente cada tres días iba por documentos y regresaba para entregárselos al jefe Bang.

Cuando la puerta fue abierta y cerrada, se mantuvo en su sitio sin moverse ni un centímetro, viendo justo como movían una de las piezas. Lentamente alzó la mirada viendo a JongUp quien miraba las piezas de ajedrez.

—Ve a hablar con él.

—No me va a recibir ¿Qué ganaría yendo?

—Lo intentarias -aclaró sentándose en la silla del frente- JunHong pudo verlo.

Ante eso, se enderezó cuidadoso para poder mirarlo.

—Sabes lo mucho que DaeHyun quiere a JunHong. Desde que metiste a su hermano a la cárcel, él a cuidado al menor quien apareció poco después.

—¿Y?

—Me contó que pasa trabajando, solo dejó sus deberes de lado cuando él llegó, pero estoy seguro que seguirá igual.

—¿Y qué quieres que haga yo?

JongUp al escuchar eso lo observó decepcionado.
Este sabia lo que había sucedido con ambos en ese teatro, también sabia sobre el plan fallido de su amigo al negar su amor.

—Como quieras, solo no llores como un niño cuando se muera.

En el instante en que este se fue, soltó un pesado suspiro para tomar las piezas y guardarlas en su sitio.
Pensativo siguió con su trabajo todo el dia inclusive despues de tal regaño.

No se sentia fuerte como para afrontar la situación, o tal vez no era eso. Tal vez solo era un cobarde

Llegada su hora de salir, tomó sus cosas hasta que un oficial bajo su cargo entró luego de tocar.

—¿Qué necesitas?

—Disculpe señor, tengo un problema en cuanto a la guardia de hoy -musitó mirandolo luego de entrar, se le notaba cierto apuro- verás, me acabo de enterar que mi madre fue ingresada al hospital. Quisiera ir a acompañarla al menos por esta noche, claro, si usted me lo permite.

Filter || B.A.P Donde viven las historias. Descúbrelo ahora