Capítulo VII

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Dedicado a tugalletamariafav💕

DESDE LOS 16 (Alejo Marín, Raúl Nadal)

Es mi cumple.

18 de julio.

Hago dieciséis.

En qué momento hago dieciséis, pienso nada más despertarme.

Me levanto de la cama y voy al baño a lavarme la cara y a peinarme un poco. Ni siquiera me molesto en vestirme, tengo hambre y no voy a perder el tiempo en vestirme bien ahora. Son las diez de la mañana, y es raro que no oiga ruido abajo, ya que siempre están Ferran, Héctor y Mauro peleando de buena mañana.

–Sorpresa – gritan todos los que están en la cocina una vez entro.

Veo que están los Torres al completo, mi madre y Mauro, Héctor, claramente él no podía faltar, como no iba a estar el okupa número uno de la casa, Natalia y...

Mi hermano Max.

Voy hacia él y le abrazo el primero.

–Hola renacuaja – dice, acariciandome el pelo.

–Idiota – murmuro.

Saludo a todos los demás y me siento en la mesa, orden de mi madre.

A los pocos segundos, veo como traen un pastel a la mesa. Es una tarta de queso – mi favorita – con mermelada, que por el color intuyo que será de arándanos.

Cantan el cumpleaños feliz y yo no puedo sentir más vergüenza, ser el centro de atención no es que me encante. Siempre paso desapercibida, excepto el día de mi cumple o cuando viene mi abuela materna a casa.

Soplo las velas y comemos pastel todos como desayuno. Cruzo varias miradas con Ferran. Me mira, pero no logro comprender que quiere.

Tras el desayuno subo con Nata a mi habitación a vestirme.

–¿Has visto cómo te miraba Ferran? – pregunta Nata emocionada cerrando la puerta de mi cuarto.

–Nos hemos mirado, pero ya.

–Esta noche hay una fiesta en casa de Alberto, el primo de Tania.

Asiento.

–¿Quieres ir? – pregunto.

–¿Tú?

–Por mi si. Es mi cumple, algo tengo que hacer.

Ambas reímos.

–Tengo una cosa – dice, mientras yo me voy cambiando.

–Te dije que no quería nada el otro día.

–Pero eres mi amiga, de las pocas que tengo aquí. Quería tener un detallito.

Me da una cajita, parece algo de joyería.

–Voy a matarte – murmuro.

Al abrir, veo la parte blanca del yin yan. Le falta la negra, que la saca Nata de su camiseta. Había estado escondiendolo.

–Me encanta – digo, abrazandola.

Tras vestirme, voy con una falda larga negra, la cual tiene una apertura en la pierna izquierda. Lo acompaño con un top blanco de banda, con unos finos tirantes. Bajamos al salón de nuevo, donde están todos esperandonos.

–Regalos – dice mi madre.

–¿Es que nadie entiende que no quiero nada?

–Cállate y abre el mío – dice mi hermano mayor, dándome una bolsa.

UN VERANO SIN TI | Ferran Torres (1)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora