My Dear Bodyguard | BibleBuild.

Capítulo 11.

Pov's Build.

Debo admitir que el regreso a casa se hizo eterno, totalmente diferente a la ida que pasó súper rápido, esta vez se hizo lentísimo y creo que era por la desesperación de llegar y poder estar cómodos y... solos.

Cuando llegamos a casa no vi el auto de mis papás por lo que supuse que aún no habían llegado, mucho mejor. Entramos a la casa casi corriendo, los guardaespaldas se fueron a sus habitaciones y Bible y yo nos fuimos directamente a la mía.

Ingresamos a la habitación entre besos dispersos, Bible con su pie cerró la puerta sin despegarse en ningún momento de mi boca. Entre la oscuridad nos movimos hasta mi cama, con mi mano tantié la portátil y al segundo intento logré prenderla iluminando levemente la habitación.

Bible con suavidad me dejó sobre el cómodo colchón y este quedó sobre mí, sin apoyarse del todo. Los besos continuaron sonando por toda la habitación, sus cálidas manos llegaron hasta la parte de abajo de mi remera y la levantó de un solo movimiento quitándomela y dejándome medio desnudo.

Bible se toma el tiempo de verme, sus ojos recorren mi abdomen haciéndome sentir tímido. Él parece notarlo ya que me regala una dulce sonrisa y un tierno beso justo sobre mi abdomen, el cual se hunde al momento que sus labios hacen contacto con mu piel. Sus besos recorren suavemente mi abdomen hasta llegar a mi boca, la cual debora con ganas.

Ahora es mi momento, con mis manos agarro la remera de Bible y también la levanto dejando su abdomen desnudo ante mis ojos, los cuales agradecen la maravillosa vista que tengo.

Sus labios viajan hasta mi cuello y allí además de dejar húmedos besos comienza a chupar y lamer, seguramente si seguía así en esa zona al día siguiente habría un chupetón, sin embargo eso no me importó, se sentía demasiado bien como para que se detenga. Mis manos se agarran fuertemente de las sábanas con cada toque de Bible, sus manos parecen mágicas.

Mis nervios parecen aparecer al momento que sus manos bajan más allá de mi abdomen, las mismas intentan desprender mi cinturón y cuando logran hacerlo intentan bajar mis pantalones, lo que hace que me inquiete.

Rápidamente llevo mis manos sobre las suyas, deteniendo sus movimientos, este se separa de mí para verme con confusión.

—¿Puedes esperarme? — pregunto con temor, buscando comprensión y no decepción.

Sus ojos me observan y puedo jurar que estos intentaban transmitir seguridad y ternura, de tan solo verlos quería llorar.

—Por supuesto que sí, tenemos todo el tiempo del mundo — responde con cariño, veo como avanza y deja un dulce beso sobre mi frente.

Sin poder evitarlo mis ojos se humedecen.

Ciertamente el que haya dicho eso provocó una tranquilidad enorme en mi corazón.

La verdad es que experiencias anteriores me han causado esa inseguridad e inquietud siempre que intento pasar al siguiente paso, y es que considero que es un momento súper íntimo en donde uno debe de estar seguro y confiado de que quiere hacerlo.

El momento importa, la confianza importa y la persona importa. En ese entonces realmente todo estaba mal, el momento fue cuando estaba tomado, la confianza era nula porque había conocido a esa persona literalmente hace 40 minutos antes y la persona era un chico de un baile. Ya se imaginarán.

Con tan solo recordar el momento me dan ganas de llorar. Ese chico que lo único que tenía de lindo era su apariencia física me dijo tantas cosas feas y humillantes que era imposible no quedar marcado con ellas.

Así que el hecho de que Bible haya respondido eso y haya reaccionando de es manera tan comprensiva hace que mis sentimientos por él aumenten aún más.