1.8- Edmund

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A la mañana siguiente Levana estaba junto con Peter en la carpa de él

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A la mañana siguiente Levana estaba junto con Peter en la carpa de él. Habían pedido algo para comer, y ahora ella estaba al lado de él dándole de comer fresas a Peter. Ella se rió mientras Peter agarraba el pedazo de fresa que se cayó.

-Aslan mando a buscar a Ed. Con el lobo que él atrapó.

-Lo se. Ojalá lo traigan.

Los dos se quedaron en silencio comiendo fresas hasta que Peter se abrió.

-Tengo miedo, Levie. Tengo miedo de que a mí hermano le haya pasado algo, no puedo dejar de eso pase mis padres.. mis padres..

Peter empezó a llorar entonces Levana lo abrazó y empezó a hacerle cariños en su pelo.

-Pet, eres un gran hermano. Tus hermanos te aman y.. no sé cómo habrás tratado a Ed pero si tu dices que fuiste duro con él, yo confío en que podrás ser un poco más blando. No te digo que no lo cuides, pero no lo estés controlando tanto.

-No se que hacer, Lev.
-Tranquilo. Todo va a pasar.

Los dos salieron y al salir vieron a Edmund hablando con Aslan en la tarima.

-¡Edmund!

Lucy gritó feliz para ir con Edmund pero Peter al ver lo serios que estaban detuvo a la pequeña. El León y Edmund se giraron a ver a los Pevensie y a la reina para después bajar e ir con ellos.

-Lo hecho, hecho está. No es necesario hablar con Edmund sobre el pasado.

Al dejarlos solos, Edmund estaba con la cabeza baja. Levana miro a Peter y se abrazó a su brazo, con una sonrisa amigable a Edmund.

-Hola.

Lucy fue rápidamente a abrazarlo con una sonrisa y él se dejó y la abrazo de vuelta. Susan después fue a abrazarlo cuando Lucy lo soltó.

-¿Estás bien, Edmund?

La gran reina sonrió mientras le preguntaba. El la miro con media sonrisa y le respondió.

-Estoy un poco cansado.
-Ve a dormir.

Le indicó Peter en un tono duro y apuntando a la carpa de él. Edmund camino un poquito hasta la carpa pero la voz de Peter lo detuvo.

-Y Edmund, ya no te alejes.

Los dos se sonrieron y Levana sonrió al ver qué no lo regaño.

-Me tengo que ir.
-¿A dónde vas? -Pregunto desconcertado Peter al ver qué se alejaba de él.

-Tengo que ver algunos asuntos que tengo pendiente.
-¿Al mediodía almorzamos juntos, Levie?

Susan sonrió amablemente a la reina que sonrió de vuelta.

-Sera un gusto, Susan.

Levana sonrió y se fue hasta la carpa de Aslan que al verla entrar le inclino la cabeza.

-Querida ¿Ha que has venido?
-Mis pequeños dragones, Aslan. ¿Donde estan?

El León la miró para después apuntar con su pata a unos papeles en la mesa.

-El mapa, es el lugar donde están los leones, no es muy lejos de aquí. -Levana sonrió y agarró el mapa donde había una equis y un punto.

-¿Sabe algo de ellos?

-Los hijos de tus hijos están vivos, y también los nietos de tus hijos.

Ella sonrió.

-Más no tus hijos, Levie.

Levana hizo una mueca y dejo que una lágrima cayera.

-Lo siento, ahijada.

Ella sonrió de lado y salió de la carpa mientras lágrimeaba.

Oreius se acercó y se inclinó.

-¿Desea un caballo, excelencia?
-Y un fauno con un centauro que me acompañen.

-Los nietos de su mano derecha ¿Le sirven?

Ella rió y se limpió las lágrimas.

-Quiero conocer a mis sobrinos-nietos -Dijo burlona. Oreius se rió y fue a buscarlos.

Meus fue su mano derecha durante toda su vida, la ayudaba desde pequeña para poder saber todo sobre Narnia y los demás reinos cercanos.

El centauro llego y con él dos centauros más, que se inclinaron.

-Miren ustedes, los nietos de gran amigo. -Ella se rió. Y los centauros sonrieron de lado.

-Es un placer conocerla, su excelencia. Nuestro abuelo nos contaba de usted cuando éramos pequeños.

-Hablaba de usted con orgullo, él se lamentaba no estár con usted cuando murió, o bueno cuando la apuñalaron.

-El pensaba que podría haberla salvado.

Ella sonrió y le hizo una seña para empezar a caminar.

-Iremos a buscar a mis nietos dragones. Primero díganme sus nombres

-Astron
-Elián, excelencia.

La Reina asintió y Elián se adelantó y se inclinó para que ella suba a su lomo. Levana sonrió y se subió y le dio el mapa para que sigan el camino.

Mientras tanto iban hablando del gran amigo Meus. Al llegar a una frontera vieron pequeños dragones volando. Ella sonrió y se bajó del lomo de Elián.

Elián y Astron la siguieron mientras ella entraba por el gran puente caminando hasta donde estabas los pequeños dragones que se asustaron y dejaron de volar y empezaron a gruñir.

-Vengo a buscar a sus padres y madres. -Les habló. Los dragones miraron atrás y apareció un gran dragón con más dragones atrás. El más grande habló, con voz potente.

-¿Quienes son?
-Soy..
-Es la Gran Reina, Levana.

-Oh por Aslan.

La dragona más vieja de acercó y voló un poco debido a su vejez.

-¡Su excelencia!

-¡Jesmin!

La gran reina rió entre lágrimas y fue hasta aquella dragona.

-Pensamos que había muerto.
-Sobrevivi, y estuve en un Gran Sueño.
-Sigue igual.
-Lo se.. -Levana sonrió y agarró la cabeza de aquella dragona y la acaricio con ternura. -¿Mis otros pequeños?
-Murieron por vejez, excelencia.

Ella sonrió tristemente.

-¿Por qué vino?
-Se acerca nuevamente la guerra contra la Bruja Blanca. Necesito.. enserio necesito su ayuda. Para combatir a la Bruja.
-Mi Reina..
-Porfavor. Mí profecía se cumplió y están buscando más.. más aliados.

-Lo haremos, excelencia.

El dragón más grande habló mirando a otros dos dragones que se inclinaron ante la reina.

-Muchas gracias..

Levana se sentía feliz de volver a ver aquellas grandes y majestuosas criaturas.

Un pequeño dragón se acercó a ella y se puso en su hombro. Le gruñó con gentileza a Levana que sonrió y lo acaricio.

The Winter Falling |Las Crónicas de Narnia|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora