Las aventuras de Diego y Gustavo [Aquino x Kendo] [Yaoi] [Terminada]

No te puedo dejar solo

Aquino tira la Enderpearl hacia uno de los cofres cerca del warden, afortunadamente, el warden no ha despertado aún.

Aquino se va moviendo con alfombras para acercarse al cofre, sin embargo se siente algo extraño... puesto que justo en este momento, en este preciso instante, pese a que tanto Aquino como Kendo, al igual que Ruby, sigan en contacto, todo se sentía tan... solo.

Aquino abrió el cofre y encontró una gran parte de los materiales que necesitaban y afortunadamente no despertó al warden.

El querido sumiso encontró una zona segura sin chilladores, por lo que le avisó a Kendo para que los dos fuesen con una Enderpearl al punto ciego de la cueva.

Los dos fueron al punto ciego y se sintieron más calmados, se escuchaban respiraciones de tranquilidad entre los dos, y se alegraron de poder seguir haciendo esto sin problemas.

K— Me alegra que estemos vivos, Aquino.

A— C-Claro, lo hice muy bien, ¿v-verdad?

K— Claro que sí Aquinito.

Kendo acarició suavemente la cabeza de Aquino, para luego seguir avanzando con tranquilidad hacia otro cofre que habían visto.

Ya había pasado un tiempo, y lentamente se fueron agarrando las manos, desde irse tocando sus meñiques hasta pasarse las manos por los brazos, aunque extrañamente, lo hacían de manera inconsciente, ninguno de los dos sabía lo que estaban haciendo.

Ya habían llegado abrazados hasta el cofre, y Aquino le habla con paz y calma con su sonrisa tan perfecta a Kendo.

A— ¿Vamos para allá?

K— Voy yo, yo te aviso si sucede algo.

A— Pero es que no te quiero dejar solo... 🦋💖

K— Entiendo pero, tengo que irme un rato, no va a ser mucho tiempo, vuelvo enseguida.

A— Pero Kendo...

Kendo abraza fuertemente a Aquino, para luego agarrar sus brazos y besar su frente.

K— Confía en mí, estaré bien, ¿sí?

Aquino solo pudo asentir con la cabeza mientras lágrimas salpicaban con delicadeza sus ojos, a su vez, Kendo con sus manos seca las lágrimas y besa sus ojos.

K— Vengo, no tardaré.

A— Está b-bien.

Decía Aquino mientras intentaba dejar de llorar.

Aquino estaría por lamentarse de haberlo dejado solo.