12

967 105 12
                                    

Antes de que se diera cuenta pasaron horas, en realidad no tuvo tiempo para darse cuenta de lo rápido que pasó todo.

Apretó suavemente la mano cálida que se aferraba con fuerza a la suya, no quería que ese momento terminara para nada en el mundo, esa calidez que aparece siempre cuando está con Derek es difícil de conseguir.

Hay personas por todos lados, es algo un poco agobiante y molesto que cada dos minutos alguien choque contra tu hombro y dejé una sensación desagradable en la zona.

Stiles tiene que volver su atención a las cosas importantes.

—¿Entonces, que te gustaría hacer?— a Stiles le gustaría hacer muchas cosas más, la voz de Derek se escucha siempre como un arrullo, como si lo hiciera a propósito para enviarlo a dormir.

—¿En este momento?

—Si.

—¿Justo en este momento?

—Si, Omega, dime qué es lo que quieres y con gusto iremos hasta ese lugar para que podamos hacerlo.

Suena tentador, es muy tentador a decir verdad. Derek siempre ha escogido las actividades para realizar en pareja, es algo que nunca le molestó a Stiles. El alfa siempre tenía algo en mente y en todas las ocasiones sorprendió al Omega.

—No lo sé— se detiene por completo, actualmente se encontraban caminando sin rumbo fijo. El atardecer haciéndose presente por medio de un hermoso tono anaranjado haciendo reflejo en las nubes.

Fue un día extraño, pero lindo.

Extraño porque nunca creyó que algún día podría volver a tener esto, salir de la mano de su alfa a plena luz del día y hacer cosas sin sentido para pasar el rato sin ninguna preocupación. Lindo porque pudo disfrutar de Derek, de sus suaves toques para reconfortar y de la atención del alfa puesta en él.

No quiere sonar egocéntrico, pero sabe que el merece toda esa atención, merece ser apreciado, querido y mimado.

—¿Recuerdas ese viejo parque al que solíamos ir cuando recién llegamos aquí? — pregunta Derek al ver al Omega perdido en sus pensamientos, pensamientos que no sabe si son buenos o malos.

—Lo recuerdo — su voz suena tan baja que podría no escucharse debido al viento que corre con fuerza, enfriándoles las mejillas y cuando un ligero temblor en ambos cuerpos.

—¿Te gustaría ir ahí?— pregunta.

Stiles quiere ir, tiene muchísima ganas de ir a ese lugar que guarda los recuerdos más bonitos para ambos. Quiere ir pero hay otras cosas, como que se encuentra demasiado cansado.

Después de la heladería fueron a otros lugares, fueron a los bolos, karaoke y a comer. Quiere decir que si, de verdad quiere decir que sí.

—¿Podemos ir a casa? Estoy demasiado cansado.

Hay una ligera expresión de tristeza en el rostro de Derek. Stiles se maldice internamente por causar una emoción negativa en el alfa que sigue considerando como suyo aunque debería dejar de hacerlo.

—Claro que sí, vamos.

Todo es muy tranquilo en el camino que recorren para volver, el viento deja de soplar con tanta fuerza después de un par de minutos y la sensación de paz que se extiende por todo su ser es infinitamente satisfactoria.

Se lleva la mano izquierda al vientre ligeramente abultado, deja pequeñas caricias casi imperceptibles en la parte que se siente más grande.

Entonces deja que su mente divague, comienza a preguntarse ciertas cosas. ¿Cómo se sentiría recibir cariñitos de Derek en su vientre más abultado? ¿Derek tendría siquiera tiempo de besarlo o abrazarlo durante las noches? ¿Lo acompañaría en las mañanas cuando el bebé despertara pidiendo leche o atención?

The end of the Story || Sterek AUDonde viven las historias. Descúbrelo ahora